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"Tel-Aviv… que te viv"
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Samantha Vallejo-Nágera

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"Tel-Aviv… que te viv"

Aterrizar en Israel y pasar el control policial del aeropuerto, te hace pensar que llegas a un país cerrado en sí mismo al que casi te

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"Tel-Aviv… que te viv"

Aterrizar en Israel y pasar el control policial del aeropuerto, te hace pensar que llegas a un país cerrado en sí mismo al que casi te puede dar miedo visitar. Pero todo lo contrario. Tel-Aviv es lo más: una ciudad llena de vida, de juventud, despierta… una ciudad en plena evolución.

Está considerada la capital cultural israelí debido a su carácter cosmopolita y un importante centro de artes escénicas. Sus playas, cafés, tiendas de lujo y moderno estilo de vida la han convertido en un popular destino turístico.

Est cuidad masda lujo y estilo de vida lleno de tendencias la han convertido en un popular destino turá clasificada como la cuidad más cara de Oriente Medio y la 14º más cara del mundo, aunque a mí me pareció muy similar a los precios españoles.

El 90% de la población es judía, el 5% musulmana y el otro 5% de otras religiones… y esto repercute en las tendencias culinarias. En 4 días pude observar lo que se lleva y está de moda, los numerosísimos cafés que inundan la ciudad con sus terrazas abiertas todo el año gracias a su clima.

En la parte musulmana, que se llama Jaffa, y dentro del Flea Market, mercadillo de antigüedades y chatarras de todo tipo, destaca el café Flea Market (fleamarkettj@gmail.com) y el Puaa  (puaa@bezeqint.net) con su terraza ideal, muebles vintage, todos a la venta, y flores maravillosas. Cocina simple de mercado, verduras, ensaladas, todo sin pretensiones.

En la zona Rothchild y Neve-Tsedek, caminando por sus agradables callecitas, surgen restaurantes y tiendas por todas partes. No te pierdas la tienda Ginger, tan loca como yo, y el mercado de Carmel, un festival para los sentidos.

El Benedict (03-6868657@benedict.co.il), abierto 24h, lugar de encuentro de jóvenes después de la atareada vida nocturna de Tel-Aviv, comida de café auténtica.

También me gustaron La Brasserie M & R, el Dallal y Jajo Vinos, que es un local genial y divertido de Nanuchka, de comida georgiana que se convierte en bar de copas después de cenar, con una marcha increíble.

Para tomar carne, un sitio único A place for meat, también muy agradable. ¡Muy difícil entender los menús, todo está escrito en hebreo!

Por otro lado me gustó, aunque ya con una cocina de autor, más elaborada, El Catit, con un ambiente mucho más serio y sobrio.

El denominador común en Tel-Aviv es la cocina sin pretensiones, multitud de verduras, frutos secos, legumbres y cereales. Houmous, falafel, babaganoush, tabuleh, garbanzos, lentejas, trigo… Fusión de cocina mediterránea y de Oriente Medio llena de especias, hierbas… En fin, una maravilla. 

Los vinos de la región me sorprendieron por la suavidad… ¡Vinos “de chica”! Y en Dizengoffst, zona comercial cercana hay una pequeña panadería café, recién abierta, sencillamente ideal, Nola.

La costa está llena de enormes hoteles para turistas del mundo entero que llenan sus playas. El Hotel Montefiore está genial, un hotel boutique con encanto que sorprende.

A Tel-Aviv fui a la boda judía de mi amiga Patricia. Me impresionó la celebración en general, la decoración refinadísima y los grandes ritos religiosos tan diferentes a los que yo conozco.

Viven la vida a tope, llenos de alegría y buen humor, y comen y beben kosher, comida bendecida por un rabino que, salvo por eso, el resultado es el mismo… ¡¡Riquísimo!!

“Tel-Aviv, que te viv”… y que tengas mazel tov (buena suerte) cuando estés “alliv”.

*Recomendaciones del Chef:

Cómo hacer humus

Ingredientes: 

- 1 bote de garbanzos cocidos (570 g)
- 1 cucharada sopera de tahina
- Zumo de ½ limón
- ½ vasito de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de café de comino
- 4 pan de pita
- 100 gr de mantequilla pomada
- 5 cucharada de yogur griego
- Pimentón dulce

Preparación: 

Procesar los garbanzos con la tahina, el zumo de limón, el aceite, el ajo, el comino y el yogur. Sazonar con sal y pimienta. Decorar por encima con pimentón dulce y un chorrito de aceite de oliva.

Cortar el pan pita en triángulos y poner sobre este mantequilla y sal.

Hornear hasta que esté dorado y poner para acompañar el humus. 

 

Aterrizar en Israel y pasar el control policial del aeropuerto, te hace pensar que llegas a un país cerrado en sí mismo al que casi te puede dar miedo visitar. Pero todo lo contrario. Tel-Aviv es lo más: una ciudad llena de vida, de juventud, despierta… una ciudad en plena evolución.