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Punta Cana de mi vida y de mi corazón
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Samantha Vallejo-Nágera

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Punta Cana de mi vida y de mi corazón

A tan solo 8 horas de vuelo de Madrid, en La República Dominicana, se encuentra uno de los destinos turísticos más solicitados de los hoteles de

Foto: Punta Cana de mi vida y de mi corazón
Punta Cana de mi vida y de mi corazón

A tan solo 8 horas de vuelo de Madrid, en La República Dominicana, se encuentra uno de los destinos turísticos más solicitados de los hoteles de pulsera.

Punta Cana es un paraíso bastante tocado por la mano del hombre e inundado de maxi-hoteles con todo tipo de atracciones, muy sugerentes para pasar una semana al sol del Caribe por un precio no demasiado elevado.

La zona hotelera de Bavaro tiene más de 50 hoteles con capacidad para más de 1.000 personas cada uno. Pero yo no voy a hablar de eso, os voy a hablar de Punta Cana Resort, que es la parte más fina de este imperio turístico caribeño.

A menos de 5 minutos del aeropuerto internacional de Punta Cana se encuentra un sueño hecho realidad. Es la zona residencial de Punta Cana, un mini paraíso de costa lleno de casas maravillosas, campos de golf, playas salvajes y actividades de todo tipo para grandes y pequeños. Y dos hoteles, uno de maxi lujo y otro más económico.

Punta Cana se divide en cuatro partes que ocupan la primera fila del mar y se meten no más de 700 metros hacia adentro, así que puedes ir andando a la playa estés donde estés. 

La Marina, Tortuga, Arrecife y Corales

En La Marina están los barcos, aunque no es una zona que tenga mucho interés para navegar posee un pequeño restaurante que se llama la Yola, donde puedes probar un pescado fresco de ese mismo día.

Pegado a La Marina hay unas siete u ocho casas maravillosas que tienen su propio embarcadero y siguiendo la línea de costa en carrito de golf (medio de transporte local por excelencia) hay una pequeña reserva natural que se llama “Los ojos del indígena”, donde se puede hacer una excursión por las pozas de agua dulce y bañarte con las tortugas.

La zona del resort, es quizás la más cutre de todas, pero la van a arreglar.

Hay pequeños bungalows en la paya y todo tipo de actividades de gimnasia, baile, peluquería, pesca, vela, kayak, volley, una gran piscina, un parque infantil y unas pistas de tenis con unos profesores buenísimos. Y para los más tranquilos unas tumbonas estupendas rodeadas de unas palmeras kilométricas y esbeltas para echar el día bajo el sol con un buen libro.

La costa siempre está tranquila, no hay nunca más de tres familias en la playa. Es la perfecta mezcla entre salvaje y civilizado a la vez. Se respira tranquilidad, orden y limpieza.

Más adelante por la costa está el Tortuga Bay, la oferta hotelera más lujosa de la zona con unas maravillosas ‘mansionazas’ que dan al campo de golf, prolongando así su propio jardín entre palmeras y dunas de verdor.

En Corales es donde Julio Iglesias y Oscar de la Renta tienen sus “chozas”.

La gastronomía de la zona

En cuestión de comida lo mejor es optar por la oferta tradicional y no intentar complicarse la vida.

Sancocho: Es quizás el plato más popular y representativo de la cocina dominicana. Este delicioso guiso se prepara para las grandes ocasiones. El sancocho tradicional normalmente se hace con carne de vaca. A simple vista parece un "cocido español" pero sus ingredientes -yuca, patata, ñame, yautía, plátano, cilantro, etc- lo hacen muy exquisito y especial y muy dominicano.

La Bandera: Este plato no falta en ninguna mesa dominicana. La bandera dominicana simplemente se compone de arroz blanco, habichuelas (de color rojizo) y carne, todo mezclado en un mismo plato.

El Pica Pollo: Se trata simplemente de trozos de pollo frito. Una buena harina, su punto de fritura para dejarlo crujiente y el punto del exquisito sabor del orégano dominicano. Buenísimo.

Los Tostones: Son un complemento y guarnición fundamentales en la cocina dominicana. Los tostones, también llamados fritos, son trozos de plátano "verde", fritos con un toque de sal, en algunos casos vinagre y ajo. Crujientes y deliciosos, acompañan siempre al Pica Pollo.

Yaniqueques: Es la “picadera” más típica del país. Es como una torta de harina de trigo, cocinada con bicarbonato de soda, agua y sal. Se pueden comprar en cualquier puesto ambulante y sobre todo en cualquier playa. Es muy gracioso el origen de la palabra, procede de la anglosajona "Johnny Cakes", pastel de origen estadounidense cuya receta llegó junto con los esclavos negros traídos de los Estados Unidos y las Antillas a la región de Samaná.

Bollitos de Yuca: Es otra deliciosa “picadera”. Son bolitas hechas de yuca y fritas, normalmente se rellenan de queso cheddar aunque en algunos puestos y playas las podrás encontrar rellenas de cangrejo. Exquisitas.

Empanaditas de Yuca: Similar a los bollitos de Yuca pero en forma de empanada y rellenas de carne.

El batido de lechosa (papaya): Es una bebida deliciosa que le gusta a todo el mundo, incluidos los niños. Es una de las bebidas de frutas más populares en la República Dominicana.

A tan solo 8 horas de vuelo de Madrid, en La República Dominicana, se encuentra uno de los destinos turísticos más solicitados de los hoteles de pulsera.