Antonio Banderas se merienda a los ‘paparazzis’

Los paparazzis se han convertido en el terror de muchos famosos que ven cómo los fotógrafos les roban sus momentos de intimidad. Sin embargo, es posible ser una estrella de renombre, de esas que viven en las colinas de Beverly Hills, y no salir en la foto. Para ello no hay que esconderse detrás de las puertas o en los maleteros de los coches. Ni siquiera es necesario llevar unas gafas de sol y una gorra para despistar. Y si no que se lo pregunten a Antonio Banderas, que ha estado de vacaciones en España sin ver un solo flash.

Banderas, que nunca pierde la sonrisa cuando se trata de posar para los medios, consiguió pasar desapercibido durante quince días en Marbella. ¿Y cómo lo hizo?, se preguntarán muchos conocedores de la profusión de fotógrafos por metro cuadrado que impera en la ciudad malagueña. El protagonista de El Zorro tuvo un aliado: el otoño. Tras la temporada estival, cuando Marbella es un hervidero de famosos, los paparazzis apagan sus cámaras y se van de vacaciones unos días.

Y esta fue la circunstancia que aprovechó Antonio Banderas para campar a sus anchas por la localidad. En su casa de Marbella permaneció unas semanas junto a sus padres y su hermano, ejerciendo de hijo modelo y cuidando de su progenitor que está enfermo. La sorpresa fue cuando el pasado día 10 de octubre, al finalizar casi sus vacaciones, reapareció en un acto oficial en Málaga. Sólo entonces la prensa comprendió que se le había colado hasta en el aeropuerto.