Iñaki Urdangarín hace de oro a Graham Bell

A los Urdangarín-Borbón casi no les llega el sueldo. La estancia de Iñaki en Estados Unidos, donde busca ampliar sus conocimientos empresariales, les está saliendo por un ojo de la cara, aunque sólo sea en facturas telefónicas. Con lo caro que se ha puesto el invento de Graham Bell, más le valdría utilizar palomas mensajeras para contar a su familia que se encuentra en perfecto estado.

El marido de la Infanta Cristina está desaparecido desde hace meses por motivos profesionales. Ni siquiera tuvo tiempo para celebrar por todo lo alto el décimo aniversario de boda con su mujer. En ello no hay que ver supuestas desavenencias en el matrimonio, sino una forma de mejorar en esta complicada vida. Urdangarín está estudiando un curso de economía en Estados Unidos, una manera de ampliar su currículo personal.

Y ha sido este viaje el que está pasando factura a los Urdangarín. Todos los días, como un clavo, el ex jugador de balonmano llama por teléfono a su esposa y a sus cuatro hijos para conocer de primera mano las últimas novedades familiares. “Me estoy gastando todo el sueldo”, dice Urdangarín en sus círculos más íntimos.

Sólo el día de la Fiesta Nacional falló en su habitual contacto telefónico. Por imperativos superiores, todas la Familia Real estuvo presente en la grada para admirar el desfile del ejército patrio. Aquellas jornadas ahorró en las facturas telefónicas. ¿A quién le tocaría pagar el avión? Eso ya es otro misterio.