Inés Sastre, chica para todo

Esta chica es un primor. Vale tanto para un roto como para un ‘descosío’. Igual anuncia una colonia que protagoniza una película que... se convierte en tertuliana de lujo, como los ex presidentes y los premios Nobel. ¿Debatió Inés sobre el resultado de las elecciones del próximo marzo? ¿O sobre el efecto de la crisis inmobiliaria estadounidense en la economía europea? Pues no, porque una cosa es tocar muchos palos y otra bien distinta dar palos de ciego, y esto Sastre lo sabe muy bien, por lo que se cuida las espaldas.

Inés participó como invitada de excepción en un coloquio sobre moda que organizó y presidió eficazmente como siempre Paloma Segrelles (hija) en el club Siglo XXI. O sea, que sabía perfectamente de lo que hablaba; no en vano es una de las mejores profesionales de este negocio en España, al menos en la faceta del modeleo.

Allí estaba ella, sin esos must de la intelectualidad que son las gafas de pasta y la chaqueta raída de pana pero dispuesta a participar en un sesudo coloquio titulado Los Jóvenes del Siglo XXI y la moda en Francia y España. A la entrada Inés explicaba tan particular presencia, sobre todo cuando ya no vive en Madrid: “He querido que sea una visita así, en petit comité, no es nada promocional, únicamente a nivel de la conferencia”. Que nadie lo dude: aquí no ha habido vil metal de por medio. Inés, por la cultura, lo da todo.

La modelo tenía un público de excepción esperando oír sus conclusiones sobre el tema: allí estaba como una aparición Norma Duval con su hermana Carla, Paloma Segrelles (madre) o Aline Griffith, la condesa espía. Y, por supuesto, una nutrida representación del mundo de la moda: Elio Berhanyer, Alberto Puyol o Gaspard Yurkievich. Aunque jóvenes del siglo XXI no parecía haber demasiados, ya estaba para eso Inés Sastre. Modelo, actriz, conferenciante... y activista juvenil.