El parto-party de Paloma Cuevas

Sólo faltaba un photocall con publicidad, flashes y copas de champagne. La pequeña Paloma, hija del torero Enrique Ponce y Paloma Cuevas, ha recibido tal número de visitas en el hospital que aquello parecía una party más que un parto. Podemos decir que la pequeña ya ha disfrutado de su primera fiesta social casi inmediatamente después de salir del vientre de su madre.

De los primeros en aparecer para dar la bienvenida al mundo a la pequeña fueron Lidia Bosch y su marido, Alberto Martín. Tras ellos, Ramón García y su esposa Patricia. El presentador de Punto Radio dio una lección de padre experimentado sobre el cutis de los recién nacidos: “Siendo tan pequeños los niños suelen salir arrugaditos y tal... Esta nada, es una pocholada”.

Y continuamos con los invitados. Con tanto VIP aquello parecía más una soirée que una planta de maternidad. Paloma Segrelles, amiga de Paloma Cuevas, trataba de no caer en los tópicos (“Ya sé que hay que decir que todos los recién nacidos son muy guapos, pero es como una muñequita...”) a la vez que desvelaba los primeros detalles: Ponce es un padrazo que ya corre a darle el biberón a la pequeña.

Aunque todos ellos ya habían agasajado a Paloma madre con varios regalos en las fiestas caseras babyshower, su amiga Segrelles le llevó un detallito a la clínica. Lo mismo hizo otra de las presentes en el parto-party, la diseñadora Marilí Coll.

Ya en un plano más familiar, hasta el Sanatorio del Rosario de Madrid se desplazaron los padres de la mamá, Victoriano Valencia y su esposa Paloma. La alegría del maestro era palpable en las declaraciones que realizó a Vanitatis.com nada más conocerse la noticia: “Mi nieta es un bellezón”. En el centro sanitario, los periodistas apostados a sus puertas pudieron verle entrar una y otra vez a lo largo de estos días. Por la misma entrada pasaron también los padres y el abuelo de Enrique Ponce, y es que una fiesta así no es lo mismo si la familia no está presente.