Tamara Falcó no llega a fin de mes

La independencia es uno de los trabajos más duros. Y de ello se ha dado cuenta Tamara Falcó. La reina de la lechuga -es su insulto favorito- ha vivido entre algodones toda su vida y ahora que Hola le ha puesto un pisito en París, donde reside plácidamente, se ha dado cuenta de lo duro que es ser la mujer de su minicasa.

A la cuarta hija de Isabel Preysler le supone un problema vivir sin mamá cerca. Ahora le cuesta mucho llegar a fin de mes. Así lo ha reconocido ella misma. “Mi apartamento es pequeño y no hay mucho que hacer. Lo que sí que me he dado cuenta es de lo caro que está todo y a veces no llega a fin de mes”, dice la joven. Y es que la vida en general es más cara por la crisis económica, o eso dicen los periódicos. Tamara, como persona mundial, también entra en los planes de Solbes.

Pero su mini crisis doméstica no es el único problema de su independencia parisina. Falcó se ve ahora obligada a hacer las tareas domésticas. “Y lo duro que es hacer la cama”, dice la joven. Aunque también podría haber incluido pasar la mopa, barrer el suelo, quitar el polvo o limpiar el baño. Para su madre, lo que le pasa es que es una niña que siempre ha estado muy mimada.

De momento, Tamara, mujer conservadora donde las haya, no sólo no piensa en boda, sino que tampoco va a compartir techo con su novio mientras no exista un sacramento por medio. No vive con su novio por respecto a su madre. ¿Y su padre qué opinará de este tema? Un misterio.