El Bribón está de luto

Lo está la embarcación porque lo está su dueño, el Rey don Juan Carlos, que ha perdido a un gran amigo. El ingeniero mecánico y patrón del ‘Fortuna’ durante 35 años, Richard Cross, falleció este martes en Palma a consecuencia de una larga enfermedad y tras pasar varios días ingresado en el Hospital de Palma de Mallorca, y el Rey, que lleva unos días instalado en el Palacio de Marivent, ha querido homenajearle colgando un crespón negro de lo alto de su barco de competición, el ‘Bribón’.

El fallecido, de 61 años, era un hombre de origen británico nacionalizado en España con quien Su Majestad tenía una amistad más que consolidada debido a las más de tres décadas que han pasado juntos navegando en el yate de recreo de la familia real. La Casa Real ha informado de que Richard Cross era “muy discreto y muy próximo” y que se sentía “muy español”. El compañero de navegación de don Juan Carlos solía ir con el Rey a tomar algo cuando amarraban y habían hecho muy buenas migas. Nada más conocer la triste pérdida, don Juan Carlos transmitió el pésame a la viuda del fallecido y se mostró profundamente entristecido debido al “gran aprecio que le tenía”.

El inglés Cross trabaja para el Rey desde el 12 de noviembre de 1972, participando ya en la vigilancia de la construcción del yate en los astilleros Palmer Johnson, al noroeste del lago Michigan, en Estados Unidos. La familia real de Arabia Saudí regaló el yate en proyecto al rey Juan Carlos. Según afirmó en su día quien fuera secretario general de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo, fue debido a «la entrañable amistad que les une».