¿Por qué no recoge Cayetana a su novio?

La reunión del pasado jueves entre la duquesa de Alba y la Reina Sofía ha dado mucho de qué hablar. Todos los dimes y diretes, las idas y venidas, sobre la boda entre Cayetana Fitz-James Stuart y Alfonso Díez, han convertido un acontecimiento rutinario que lleva celebrándose mucho tiempo en una fase más de esa supuesta gymkhana que la mujer con más títulos de España, una tía “cojonuda” (Díez dixit) estaría corriendo para conseguir pasar por la vicaría con su novio.

 

La Reina y la duquesa no hablaron de ninguna boda durante su reunión, sino que pasaron el tiempo compartiendo confidencias sobre sus nietos: de hecho, la pequeña Cayetanita, hija de su hija Eugenia y Fran Rivera, fue centro de su conversación durante un rato. Cuando terminó la reunión Cayetana y la Reina se despidieron y la duquesa salió rauda y veloz del Palacio de la Zarzuela. ¿Iría al encuentro de su novio, que a aquellas horas hacía una pausa en su trabajo para calmar los jugos estomacales con un buen almuerzo?

Podría haberlo hecho perfectamente, porque llegar desde la zona en la que se encuentra Zarzuela hasta el área del paseo de la Habana, en donde trabaja él, es bastante fácil y no es necesario pasar por el centro de Madrid, pero no fue así. En vez de darle una sorpresa a su tortolito para invitarle a un piscolabis, Cayetana prefirió compartir la comida del mediodía con un grupo de amigas. ¿Por qué no quedaría con él para compartir estos momentos, que siempre resultan especiales cuando uno tiene al lado a su pichoncito?