La Infanta Pilar ya no va de compras

La crisis. Será la dichosa recesión la que hace que nos apretemos un poco el cinturón. Tal vez sea por eso que, si no es época para derrochar para los ciudadanos de a pie, tampoco lo es para la Familia Real. Bien lo sabe la Infanta Pilar, una mujer concienciada con las causas humanitarias, las deportivas y, por supuesto, con la situación económica. Por eso, en lugar de emplear la tarde en comprar los regalos navideños y visitar boutiques prefiere dedicar su tiempo a pasear por los museos.

La pinacoteca elegida para pasar una tarde cultural fue el Thyssen, un lugar que sin duda no le resultaría extraño a la hermana del Rey don Juan Carlos ya que, aunque doña Pilar y Tita Cervera no han coincidido en demasiadas ocasiones durante los últimos tiempos, el barón Thyssen y don Luis Gómez Acebo fueron íntimos amigos hasta su fallecimiento. Así pues, enfundada en su abrigo blanco, para hacer frente a las intempestivas temperaturas que a estas alturas de año hace en la capital madrileña, la Infanta se echó a la calle para cultivarse un poquito y pasar una tarde entretenida.

La suegra de Laura Ponte recorrió las salas del museo en el que se exponen obras de artistas como El Greco, Tiziano o Durero durante casi toda la tarde disfrutando de las pinturas. Y es que como ya dijera su nuera, en la Casa Real no derrochan. Con seis euros que cuesta la entrada al museo se puede pasar un rato la mar de entretenido junto a unos cuantos siglos de historia plasmados en lienzos, y, de paso, estar en un lugar calentito donde protegerse del frío de diciembre.