Es noticia
Menú
Tita, Borja y Blanca, fotos y besos para todos
  1. Noticias
  2. El Chascarrillo
Vanitatis

El Chascarrillo

Por
Vanitatis

Tita, Borja y Blanca, fotos y besos para todos

Cumpleaños del pequeño Sacha. Como dice el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma, y así ha sucedido en casa de los Thyssen. Será

Foto: Tita, Borja y Blanca, fotos y besos para todos
Tita, Borja y Blanca, fotos y besos para todos

Cumpleaños del pequeño Sacha. Como dice el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma, y así ha sucedido en casa de los Thyssen. Será porque los más pequeños siempre consiguen sacar una sonrisa a los que les rodean, aunque hasta dos minutos antes estuvieran deseando tirarse la tarta a la cabeza.

Tras las peticiones de pruebas de paternidad, aún hay gente que no ha conseguido saber cuantas, pero sí que el sobre de los resultados era amarillo -¿o ese era el de las muestras?- y que la familia no andaba muy bien avenida por aquellos momentos. Pero si en otros tiempos no había problema que no solucionara Maya (la abeja), lo del cumpleaños del pequeño Sacha ha sido más bien cosa de Winnie The Pooh, el protagonista de la fiesta, con permiso del pequeño ‘baroncito’.

Todo estupendo, fantástico y maravilloso. Los papás con su pequeño rodeados de dibujos animados y de niños, la baronesa recibiendo con champán rossé que es de lo más cool cuando uno tiene invitados a los que servir un aperitivo. La familia al completo, como una ‘tribu de los Brady’ pero con título nobiliario, que da más clase. Y es que hasta hubo besos y abrazos para todos por parte de Tita. La madre con el hijo, la abuela con el nieto y hasta la suegra con la nuera y con los consuegros. Todo por obra y gracia del rossé y del cumpleaños infantil. Lo Sacha ha unido que no separe Winnie de Pooh.

Cumpleaños del pequeño Sacha. Como dice el refrán, después de la tormenta siempre llega la calma, y así ha sucedido en casa de los Thyssen. Será porque los más pequeños siempre consiguen sacar una sonrisa a los que les rodean, aunque hasta dos minutos antes estuvieran deseando tirarse la tarta a la cabeza.