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El Chascarrillo
Por
Paulina Rubio y Colate, matrimonio a la carrera
Que la cantante mexicana Paulina Rubio y su marido, Nicolás Vallejo Nájera, estaban en buena forma era algo que nadie dudaba. Eso sí, pocos sabían que
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Que la cantante mexicana Paulina Rubio y su marido, Nicolás Vallejo Nájera, estaban en buena forma era algo que nadie dudaba. Eso sí, pocos sabían que corrían raudos y veloces. Como las balas. Quienes asistieron al concierto de presentación del disco de los jóvenes Zeno & the stoics pudieron comprobarlo.
Fue en la discoteca Joy Eslava de Madrid donde el grupo daba un concierto. A la cita estaban invitados numerosos rostros conocidos, pero muy pocas acudieron, desanimados, en su mayoría por el hecho de que el puente de mayo estaba ahí, y había que celebrar el Día del trabajo haciendo justo lo contrario, descansar.
Paulina y ‘Colate’ no fallaron a la cita organizada por Caritina Goyanes y su fantástico equipo, eso sí, aparecieron cuando quisieron. Es lo que tiene ser estrella, que uno tiene una agenda muy apretada y a veces tiene que llegar a los compromisos dos horas más tarde de lo previsto. Quizá como sabían que ya llegaban más tarde que el tiempo estimado de cortesía, entraron en la discoteca y no se detuvieron ni un segundo.
Cogidos de la mano, con un look muy deportivo ambos, gorrito de cuadros escoceses incluido para la mexicana, rodearon en photocall y se dirigieron al interior de la discoteca a un reservado. Otra vez será.
Los que sí posaron fueron Rafael Amargo, al que alguna periodista loca quería aplaudir porque era el primero que se paraba para hacerse la foto, y la modelo Ariadne Artiles, que fue acompañada de una actriz de rostro de esos que suenan, pero que al final no llegan a tocar ninguna canción, al menos que esté de moda. Esperemos que disfrutasen de la música, porque lo que es hacerse famosos, en ese evento iba a ser difícil.
Que la cantante mexicana Paulina Rubio y su marido, Nicolás Vallejo Nájera, estaban en buena forma era algo que nadie dudaba. Eso sí, pocos sabían que corrían raudos y veloces. Como las balas. Quienes asistieron al concierto de presentación del disco de los jóvenes Zeno & the stoics pudieron comprobarlo.