La retención de líquidos de Paula Echevarría

No todos los embarazos son iguales. Hay quienes pasan los nueve meses de gestación sin molestias de ningún tipo, ni perder su peso anterior. Si no, que se lo digan a Angelina Jolie, que la barriguita con sus bebés fue lo único que alteró su estilizada silueta. Pero ese no fue el caso de Paula Echevarría. Ni más ni menos que 21 kilogramos de retención de líquidos tuvo que sufrir cuando estaba embarazada de Daniela, la que es, hasta el momento su única hija.

Claro que aunque esos tres trimestres se encontrase con ese peso cargado sobre su cuerpo, sólo supuso un problema de gimnasio. Cuenta que se buscó un entrenador personal que la ayudó a volver a su peso original. Más rápido y más cómodo que desplazarse hasta el gimnasio. Claro que también más caro. Y puede ser que por aquello de ver si les hacía una rebaja, el personal trainner, que dicen los entendidos, ya le hizo la preparación física a su marido, el cantante David Bustamante.

Aun así, es sincera y afirma que para mantenerse ahora tiene que comer de todo, pero cuidando la alimentación al máximo. Según sus propias palabras, también tiene que controlar un poco su alimentación, algo que hace pensando: “Joe Paula, no te comas esto que ayer te pusiste como una marrana”. Paula dixit. Con un lenguaje coloquial, para que todo el mundo lo entienda.

Entre el control de dieta, el entrenador personal y el ejercicio físico que le supone cuidar a diario de su niña, Echevarría está estupenda. Eso sí, ya dentro de poco le tocará volver al trabajo. Ella al menos ha tenido el primer año de su hija para ver como crece poco a poco mientras ella dice adiós a los kilos de más. Si es que las penas con entrenador personal son menos penas.