El ex marido de Belén Esteban, entre dos mujeres

Algunos tertulianos televisivos han lanzado el globo sonda: "Fran, el ex marido de Belén Esteban, podría estar con otra mujer". Y aportan datos que parecen sacados de un manual de la ambigüedad más absoluta.

A Fran le molestan todos esos comentarios porque, según cuenta uno de sus íntimos, lo único que consiguen es desestabilizar aún más si cabe la relación, aunque sea a distancia, entre el camarero y su todavía esposa legal tertuliana.

Lo último en salir a la palestra es que unos paparazzi fotografiaron hace unos días a Fran con dos chicas. Un indocumentado, que no se ha molestado en investigar el asunto, aseguraba en un programa televisivo que una de esas chicas podría ser la nueva novia del muchacho, cuando la realidad es que una es la camarera que trabaja con Fran en su bar, y la otra, una amiga de ambos. Y la noche en que se tomaron las instantáneas acababan de cerrar el bar y se iban a  tomar una cerveza en el local de un amigo común, antes de marcharse cada uno a su casa.

Pero se está dando tanto revuelo al tema que el pobre Francisco no para de recibir llamadas de amigos y familiares que le preguntan si es cierto que se ha reencontrado con el amor.
Mientras tanto, el abogado de Belén Esteban también echa mano de una cierta ambigüedad cuando deja entrever que la demanda de divorcio, ya firmada por Belén y Fran hace días, no ha sido presentada todavía en el juzgado. 

Al camarero le ha molestado mucho conocer esa situación, porque no le entra en la cabeza que le hicieran poner su rúbrica apresuradamente en un documento que permanece, por lo que se ve, en el cajón de la mesa de ese letrado.

Otros rumores apuntan a que Belén llama con demasiada frecuencia últimamente a su ex, con la intención de quedar con él para hablar muy seriamente de una posible reconciliación, porque le echa mucho de menos y quiere pedirle una nueva oportunidad matrimonial.

Fran escucha los ruegos pero se resiste a volver porque piensa que todo volverá a ser tan caótico como en su último mes de convivencia con la “princesa del pueblo”, como la llaman sus seguidores televisivos. Necesita más tiempo para calibrar si merece la pena esa posibilidad “reconciliatoria”.