Kiko Rivera, el 'tigre' de Cantora

La práctica totalidad de las novias de Kiko Rivera pasan por caja para contar cómo es Paquirrín en la intimidad y de paso dan el do de pecho. Es casi infalible. La última en hacerlo a golpe de talón en Interviú ha sido Carolina Fernandes. Antes, Techi, Tamara y Noelia se encargaron de escribir su particular historia sobre el hijo de la Pantoja, que es el único que no saca ripia de sus correrías amorosas.

En esta ocasión la brasileña Carolina ha ido más allá y ha contado las intimidades más espeluznantes de su relación con él. Que si a Kiko le gusta el sexo fuerte, que si no se desprende de sus calcetines en la cama, que si propone a sus conquistas juegos eróticos con leche condensada… “Le encantaba que le diera cachetitos en el trasero y en la cara”, asiente la última pareja del menor de los guapos hermanos Ordóñez.

Aunque lejos de la imagen de desenfrenado que semejantes palabras puedan proyectar, de la entrevista de desprende que en verdad Kiko es romántico, rodea con el brazo a sus amadas y no “busca sólo un rollo”.

El primogénito de ‘la jefa’, así llama Paquirrín a su madre, vive ajeno a la polémica de fiesta en fiesta. Trabaja y da trabajo. Cualquier relación sentimental que mantenga se ve abocada a las portadas de la revista y engrosa las cuentas bancarias de sus despechadas ex. La última ha dejado el listón bastante alto. ¿Quién puede superar lo de que a Kiko le gusta el sexo duro?