Anne Igartiburu, la invitada más rápida del Palace

Anne Igartiburu ha tomado buena nota del dress code de Carmen Lomana, cuyo mandamiento básico es no lucir el mismo vestido en dos eventos distintos. La presentadora vizcaína acudió hace unos días a dos actos en la misma tarde y se las ingenió para lucir dos trajes diametralmente diferentes.

Primero estuvo en los premios Telva de Belleza en el Hotel Westing Palace con un conjunto en blanco y negro que encajaba perfectamente con el ambiente de la fiesta para irse una hora después a otro evento. Menos mal que era al otro lado de la calle. Así la presentadora, cual gacela, cruzó el paseo del Prado y se plantó en la Bolsa para rendir homenaje a su tierra. (Ver álbum)

Nadie sabe cómo ni cuándo se cambió de ropa, pero para presentar el acto de presentación de la nueva imagen de Euskadi lució un vestido de Alicia Rueda acompañado de unos zapatos de la firma Sacha del mismo color que el nuevo logo del País Vasco. No se notaba que ya lo tenía pensado, ni ella ni los estilistas.

Con todo su estilo y su glamour, y por aquello de que es todo corazón, la presentadora saludó a diestro y siniestro durante el acto. Tampoco dudó en lanzarse del escenario para saludar a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid cuando la lideresa cruzó pizpireta las puertas del edificio de la Bolsa para ver en primera persona cómo Anne pasaba en su discurso inicial del castellano al euskera y viceversa.

“Sólo tres palabras: doña, Esperanza y Aguirre”, decía Igartiburu con admiración hacia la presidenta, a la que segundos antes había saludado con alborozo y dos sonoros ósculos. La sonrisa, para variar, no le cabía a la presentadora en la cara. Lo mismo que sucedía segundos más tarde cuando el lehendakari Patxi López y el alcalde Alberto Ruiz Gallardón recibía su saludo oficial por parte de la presentadora.

“Alberto, me vas a permitir que te tutee”, le decía Anne al alcalde de Madrid desde el estrado. Aunque nadie lo sabía, la presentadora y el edil ya se conocían, a decir del saludo que la vasca le dedicaba al madrileño desde el escenario improvisado en el parqué. Anne es una mujer de muchas y grandes amistades. Si es que no hay nada como ganar en audiencia a la princesa del pueblo en Nochevieja para que se active el don de gentes y que luzca los vestidos como nadie. Un visto y no visto.