Es noticia
Menú
Campanario torea a la prensa en la plaza de Ubrique
  1. Noticias
  2. El Chascarrillo
Vanitatis

El Chascarrillo

Por
Vanitatis

Campanario torea a la prensa en la plaza de Ubrique

Nadie dijo nunca que ser mujer de torero fuera fácil. Pese a la complicación de vivir con un hombre que se enfrenta a la muerte cada

Foto: Campanario torea a la prensa en la plaza de Ubrique
Campanario torea a la prensa en la plaza de Ubrique

Nadie dijo nunca que ser mujer de torero fuera fácil. Pese a la complicación de vivir con un hombre que se enfrenta a la muerte cada vez que pone ante el toro en una plaza, no todas lo llevan de igual forma. Si algunas, como Paloma Cuevas, esposa de Enrique Ponce, son incapaces de ir a la plaza a ver a su marido torear, otras, como María José Campanario, prefieren estar en primera línea.

Campanario estuvo en el coso de Ubrique para ver torear a su marido, que le regaló un ramo de flores. Los más descreídos opinan que esto, lejos de dar una imagen de normalidad a la pareja sólo acrecienta los rumores de crisis entre ellos, precisamente por hacer las cosas que habitualmente no hacen, al menos de cara a la galería.

Sea por la razón que sea, Campanario es de las pocas mujeres que tienen valor para ir a la plaza a ver torear a su marido. Muchas aducen esta ausencia, al miedo que sienten. Pero parece que María José no tiene miedo. El cambio de actitud de la de Castellón pasa también por una actitud amable y distendida con los medios, algo a lo que no tenía muy acostumbrados a los paparazzi, que hace tan sólo unos meses se encontraban con los empleados de seguridad de la mujer de Jesulín como muro infranqueable.

Una vez finalizada la tarde de toros, Campanario acudió al hotel en que se alojaban su marido y también el diestro Cayetano Rivera Ordóñez. Allí coincidió con la duquesa de Alba, fiel seguidora de los hermanos Rivera, que iba a saludar y dar la enhorabuena al novio de la modelo Eva González. Mientras Cayetana reposaba en uno de los sillones de hall, Campanario se prodigaba en saludos y sonrisas con un grupo de amigos. Si la Esteban tiene sus sartenes para darse a conocer al mundo, Campanario quiere ser la Preysler de las reuniones tras la fiesta taurina, que nadie se quede sin saludo.  

Este cambio de actitud de Campanario también lo vieron las fans del torero, que se acercaron a pedir un autógrafo y a sacarse una fotografía con la esposa de Jesulín. La señora de Ambiciones accedió de forma amable y dejó a los vecinos del pueblo satisfechos. Quizá su enfrentamiento televisivo con Belén Esteban haya propiciado la aparición de una Campanario nueva, o por lo menos, de una hasta ahora desconocida.

Nadie dijo nunca que ser mujer de torero fuera fácil. Pese a la complicación de vivir con un hombre que se enfrenta a la muerte cada vez que pone ante el toro en una plaza, no todas lo llevan de igual forma. Si algunas, como Paloma Cuevas, esposa de Enrique Ponce, son incapaces de ir a la plaza a ver a su marido torear, otras, como María José Campanario, prefieren estar en primera línea.