Belén Esteban y María José Campanario, 2x1

No hay miércoles en las revistas del corazón en que una no siga a la otra o la otra dé la réplica a la una. A cada reportaje protagonizado por Belén Esteban, le precede uno cuya cara visible es María José Campanario y a la inversa. En esta ocasión, es la revista Diez Minutos quien, tras el tema en el que informa de que “María José demanda a Belén Esteban”, publica “Belén Esteban se re-reconcilia con Fran”.

Las dos se reparten en protagonismo de la trama en el papel cuché como lo hacen en televisión. Si Belén habla más de la cuenta, María José entra por teléfono en la cadena rival y si las cámaras de un programa vespertino se acercan hasta Ambiciones, la de San Blas contesta en directo desde su butaca del programa para el que colabora a diario.

Tras el enfrentamiento vía pinganillo que protagonizaron hace unas semanas y del que el titular que salió fue el “ya veremos quién acaba en el calabozo”, de Campanario, las declaraciones se han convertido en hechos. Según Diez Minutos, “la mujer de Jesulín ha puesto en marcha varias denuncias”. La revista recoge declaraciones que la mujer de los dos hijos menores de Jesús Janeiro habría realizado en su círculo íntimo: “No voy a permitir más que me insulten o amenacen. Ahora sí”.

Mientras Campanario denuncia a la madre de la hija mayor de su marido, ésta es feliz. En las páginas siguientes de la publicación aparece feliz de la mano de su marido Fran, junto a quien ha decidido seguir viviendo y compartiéndolo todo… hasta que la audiencia les separe.

Amoríos a un lado, la opinión de la televisiva con respecto a la demanda, que según Raquel Bollo, "aún no está puesta pero se va a poner", no se hizo esperar. Ayer, pasadas las seis de la tarde el programa 'Sálvame' contactaba en directo con ella, que se encontraba en los estudios Picasso de Villaviciosa de Odón ensayando para su actuación de 'Más Que Baile'.

Belén Esteban, sin sacarse el chicle que mascaba antes de la conexión, dijo que ella no sabía nada. "Cuando tenga la demanda, podré actuar. Si ella y el padre de mi hija creen conveniente demandarme, nos veremos en los juzgados, pero que Campanario se preocupe del juicio que tiene y luego ya demandará a quien tenga que demandar. A mí de esta persona no me sorprende nada. Sólo quiere ser el centro de atención", dijo horas antes de bailar un merengue en el prime time de su cadena. "Yo no tengo miedo a nada ni a nadie. Nos vemos en los tribunales. Si tiene narices (realmente no dijo narices), que lo haga". La guerra, que un día pudo acabar en paz en la estación de AVE, pero no lo hizo, continúa.

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