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La otra cara de Chenoa
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La otra cara de Chenoa

Pasar por el quirófano ya no es lo de antes. Los que deciden hacerse algunos arreglillos ya no echan la persiana y se inventan un viaje

Foto: La otra cara de Chenoa
La otra cara de Chenoa

Pasar por el quirófano ya no es lo de antes. Los que deciden hacerse algunos arreglillos ya no echan la persiana y se inventan un viaje imaginario a las Seychelles, Benidorm o Saint Tropez. Mientras que algunos deciden colgarse el cartel publicitario del cirujano que ha logrado renovar su cuerpo o su rostro, otros, en cambio, omiten cualquier tipo de información al respecto y dejan volar la imaginación de los que les ‘echan’ el ojo.

Éste ha sido el caso de Miguel Bosé, que según informaba este fin de semana La Otra Crónica, habría decidido someterse al común de las plastias: una blefaroplastia combinada con ácido hialurónico y el universal bótox. El suplemento de El Mundo era el que se atrevía a llamar por su propio nombre lo que muchos habían denominado como consecuencia de la dieta ayurvédica o del buen momento que el artista vive en la actualidad.

Su salto al ruedo mediático, después de varios meses grabando su nuevo disco, causó el mismo estupor que la aparición la semana pasada de la cantante Chenoa en Sálvame. Está más joven y así lo transmite. No sabemos si se trata del viaje que realizó hace unos meses a Miami, y que le ayudó a aceptarse a sí misma como una persona “desequilibrada y ciclotímica”, o por el contrario de los beneficios de la toxina milagrosa.Pero lo que sí sorprende es que cada día más -de nariz para arriba- a la reina del baldosín. De confirmarse que la ex de Bisbal y la mamá de Tamara comparten médico, ¿destinará éste algunos de los millonarios beneficios para Haití?
 

Pasar por el quirófano ya no es lo de antes. Los que deciden hacerse algunos arreglillos ya no echan la persiana y se inventan un viaje imaginario a las Seychelles, Benidorm o Saint Tropez. Mientras que algunos deciden colgarse el cartel publicitario del cirujano que ha logrado renovar su cuerpo o su rostro, otros, en cambio, omiten cualquier tipo de información al respecto y dejan volar la imaginación de los que les ‘echan’ el ojo.