Las reuniones clandestinas de las ‘reinas de las mañanas’

 

Ana Rosa fue en su día la infanta de María Teresa Campos. Ahora, sin embargo, es la indiscutible reina de las mañanas, título que otorga el audímetro. Pero, a pesar de la competitividad que habita esa franja horaria de la parrilla televisiva, todas las candidatas al título son en realidad más amigas que enemigas.

Comen, cenan o toman café con pastas muy a menudo. Susana Griso, Ana Rosa y Mariló Montero, esposa de Carlos Herrera, son habituales a estas citas. Concha García Campoy se une cuando puede. A la última, celebrada hace poco, la que no pudo acudir fue Ana Rosa.

En los últimos meses se han visto en varias ocasiones. En febrero se reunieron para apoyar a Rosa Villacastín, periodista del cuore, en la presentación de su libro, Si a los 60 no te duele la cabeza es que estás muerta. Después, se han reunido en otro par de ocasiones.

La única norma que existe en estos encuentros es que no se puede hablar de trabajo. Es una forma de evitar roces o destapar demasiado sus caratas de cara a la competición laboral. Ninguna de ellas hace referencia tampoco, por supuesto, al audímetro.

Sus reuniones son, más bien, encuentros de amigas ocasionales. No son del todo clandestinas, puesto que algunas han tenido lugar en lugares públicos y a plena luz del día. Los que las han visto dicen que, al menos de lejos, la imagen de las cuatro en torno a una mesa no dista demasiado de un plano de Mujeres Desesperadas: lujo, pijerío y distinción de alto standing.

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