Cayetana Guillén Cuervo 'agota' las existencias de Mercadona

 Sea por la razón que sea, hay productos que se venden solos. Otros en cambio, necesitan un revulsivo que haga que sus propiedades sean apreciadas por el consumidor. Esa es la historia de un gloss –brillo de labios, para los puristas del rico idioma español- que estaba a punto de ser retirado del mercado, o al menos así lo cuenta la protagonista de la historia.

Cayetana Guillén Cuervo compra en Mercadona. No nos lo inventamos. Ella misma lo ha dicho en varias ocasiones, como por ejemplo, en la gala de entrega de los Goya. De hecho, de su pasión por ese gloss –perdón, brillo- fue descubierta durante la edición 2009, en la que llegó y abrió su clutch –mil excusas, bolso- y mostró el contenido en el que había, cómo no, un botecito del citado ungüento que había comprado esa misma tarde.

El caso es que, dado el televisivo anuncio del producto de marras, en vez de retirarse a una vida mejor con discreción, sucedió lo mismo que con las sartenes de Belén Esteban, que empezaron a cotizar a la alza, porque más de uno y más de dos se acercaban a preguntar por el brillo de la Guillén Cuervo. Todas quieren sentirse, aunque sea por un rato como una de las protagonistas de la alfombra roja, aunque un brillo de labios no haga milagros.

Tanto éxito tuvo, que según relataba ella misma, cuando, cumpliendo con lo que parece que empieza a ser un ritual, unos días antes de los Goya, fue a buscarlo y no lo encontró. Cuál fue su sorpresa al descubrir que se había agotado. Así que, entre atónita y divertida, ni corta ni perezosa, la actriz contaba la anécdota a la prensa a sabiendas que iba a volver a tener repercusión mediática. ¿Le enviará Mercadona una partida en agradecimiento por la publicidad gratuita dada por la actriz? ¿ampliarán la fabricación del potingue para complacer a tanta usuaria?

Enlaces relacionados

Una alfombra roja con sorpresa: las 'menos populares' suben el nivel deglamour en los Goya

Los autógrafos de De la Iglesia como ex presidente y otras anécdotas de los Goya

Álex de la Iglesia celebra su 'derrota' hasta altas horas de la madrugada