Iker Casillas, su padre y el 124 que consumía mucha gasolina

Por mucho autógrafo que le pida, el rey Juan Carlos no es la persona a la que más admira Iker Casillas. Como la práctica todalidad de los hijos, el guardameta tiene en su padre el mejor ejemplo a seguir. Quizá no le pida autógrafos ni le ruegue que se fotografíe con él, pero Casillas tiene en su memoria momentos que fueron claves para su carrera y en los que su progenitor tenía un protagonismo especial.

El portero de la Selección Española nunca olvidará aquellos viajes "de Móstoles a Madrid en un Seat 124 que consumía gasolina... ¡Dios sabe cuánto! Nadie te garantizaba que eso pudiese salir bien, muchos se han quedado en el camino. Yo sí he llegado y sí es cierto que el padre o la madre están siempre detrás. En este caso nos quedamos con mi padre. Revisiones, gasolina, todos los gastos que hay... Hay gente que no le da importancia, pero yo sí me acuerdo".

Ese agradecimiento y admiración de Iker a su progenitor, que fue quien le acompañaba en sus comienzos, se hará más evidente este fin de semana, coincidiendo con la celebración del Día del Padre.

Precisamente esta misma semana, el novio de Sara Carbonero hacía entrega del Premio Philips SensoTouch al Padre Ángel García, fundador de la Asociación Mensajeros de la Paz, por su labor humanitaria durante 50 años y por convertirse en el padre de muchos jóvenes y niños sin hogar. Fue allí donde se deshizo en elogios hacia su progenitor.

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