Un pasodoble para la duquesa de Alba

La duquesa de Alba tiene a estas alturas de todo, a saber: cerca de cincuenta títulos nobiliarios, seis hijos, un novio funcionario y hasta un montón de ‘pongos’ traídos de todos los rincones del mundo. Ahora tendrá, además, un pasodoble compuesto expresamente para ella. La obra musical, cuya melodía fue compuesta en 1984 y a la que han puesto letra ahora se llama No sé vivir sin España y pretende ser un regalo para Cayetana Fitz-James Stuart.

Su autor es Vicente Tarancón y, según ha contado a Vanitatis, ya ha enviado la composición acompañada de un pergamino con la letra al palacio de Liria a la espera de que la duquesa le guste y les responda. Su ilusión es realizar, como regalo en el día de la madre, una actuación con acompañamiento de piano en los jardines del palacio para ese día.

La ilusión que tanto el autor, como la pianista y violinista Esperanza Verdecia, que le acompaña, han puesto en su empeño ya ha llamado la atención de más de uno. Y no sólo en la ciudad de Benidorm, desde donde pretenden hacer llegar a la duquesa su peculiar presente. “He querido que el pasodoble salga de las calles de Benidorm”, cuenta el autor, que, ahora pensionista, recuerda su vida en Laussane (Suiza), donde según cuenta, los estudiantes de los conservatorios tienen como actividad habitual tocar en la calle para entrar en contacto con el gran público.

No sé vivir sin España no es la única pieza creada por Tarancón, que reconoce sentir una especial atracción hacia la figura de la duquesa de Alba -“porque era uno de los personajes de los que se hablaba en mi casa”-. De las ocho piezas que ha compuesto a lo largo de su vida, destacan dos: Fiesta Tropical y Palco Napolitano.

Estos dos temas, no demasiado conocidos por el gran público, seguro que sí lo son para los oídos de la realeza, puesto que, del mismo modo que intenta hacer llegar a Liria el dedicado a la duquesa de Alba, en su momento se encargó de enviarlos a la Casa Real, para uso y disfrute de Sus Altezas Reales.

Pero no quedó ahí la cosa, también tuvo a bien enviarlo al Vaticano. Quizá en la próxima visita del Papa Benedicto XVI a España se produzca el momento en que puedan intercambiar opiniones sobre la composición. Ahora sólo queda esperar a ver que le parece a la duquesa de alba la suya. 

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