Preysler tiene el secreto para divorciarse con estilo

Un divorcio puede convertirse en un arte si se hace con elegancia. En estas lides, Isabel Preysler puede considerarse toda una artista, al haber salido airosa de dos rupturas matrimoniales: la primera con el cantante Julio Iglesias en 1978 y la siguiente con el Marqués de Griñón en 1985. Su experiencia en este tipo de trámites legales y sentimentales le ha llevado a escribir el prólogo del último libro de Purificación Pujol, Un divorcio elegante.

Esta escritora barcelonesa pretende ayudar a aquellos matrimonios que, por diversos motivos, ‘desean’ cambiar de estado civil y convertirse en divorciados. Pero no de cualquier manera, ya que Pujol tiene la fórmula para divorciarse con estilo. Para llevar a cabo su cometido ha contado con la inestimable ayuda de una experta, no solo en estilo y elegancia, sino también en disoluciones matrimoniales.

Isabel Preysler es considerada por muchos la Reina de Corazones por las innumerables páginas que ha ocupado en las revistas del colorín. Incluso, las que se centraron en sus divorcios, destacaron por su saber estar y su habilidad para manejar una situación, que de por si es difícil y dolorosa.

Su matrimonio con Julio Iglesias no funcionó. Se casó siendo muy joven en 1971 y ocho años después decidieron separar sus caminos, consiguiendo la nulidad matrimonial en 1979. “Mi divorcio con Julio fue un acto muy doloroso, pero me hizo crecer como mujer, como madre y persona. No fue hasta después de nuestra separación cuando comencé a conocer mundo”, reconoció la dama icónica de la firma Porcelanosa en una entrevista para la revista Vanity Fair.

Más tarde, Preysler repitió experiencia con Carlos Falcó, tanto por su paso por la vicaria en 1980 como su posterior declive cinco años después. El anuncio de su separación del marqués de Griñón pilló por sorpresa, pero más dio que hablar su posterior romance con Miguel Boyer, por aquel entonces ministro de Economía y Hacienda. Finalmente, y después de reconocer públicamente su nuevo amor, logró divorciarse de Falcó en 1987.

Quizá sea cierto eso de que ‘a la tercera va la vencida’ y su nuevo paso por el altar en 1988 con Boyer sea el definitivo. Ahora que no duda en compartir sus secretos para superar un divorcio (o dos) en el prólogo del libro de Pujol, quizá se anime a confesar la fórmula secreta que le ha mantenido unida a su tercer marido durante casi 27 años.