Kiko Rivera y Jessica Bueno 'confunden' a los paparazzi con terroristas en Miami

Kiko Rivera no solo ha heredado de su madre, Isabel Pantoja, la atención mediática, sino también la forma de eludirla. Bien aleccionado por la tonadillera, el controvertido discjockey puso a prueba la táctica utilizada por ésta años atrás para dar esquinado a los paparazzi. Los hechos tuvieron lugar el pasado 12 de enero en las calles de Miami, donde reinó el desconcierto después de que la policía local recibiese una llamada de auxilio.

Un grupo terrorista perseguía a una pareja española con la presumible intención de atentar contra ellos. Al menos eso fue lo que adujeron Kiko y Jessica para evitar que los gráficos dieran cuenta de su periplo caribeño. Algo incongruente con el hecho de que cada movimiento de la pareja ha sido rigurosamente retransmitido a través de las distintas redes sociales por ellos mismos.

Ante la alarma, un grupo de agentes de seguridad norteamericana dio el alto a los gráficos solicitando sus permisos de trabajo y sus visados. Este proceso fue aprovechado por la pareja para poner pies en polvorosa y continuar así con sus idílicas vacaciones.

Y así hicieron. Subieron a bordo de un lujoso crucero rumbo a las playas de Haití y Jamaica. De nuevo, todos sus movimientos quedaron reflejados en sus respectivos espacios personales de Instagram y Twitter. Pero la pareja decidió obviar un hecho oscuro de su tour. Al parecer, algo debió de sentarle mal a Kiko Rivera en Jamaica, pues durante su viaje de regreso a Miami no se encontraba en buen estado y en vez de disfrutar de los lujos que le ofrecía el magnífico barco, permaneció en reposo bajo los cuidados de su amada.

Una vez que pisaron de nuevo tierra firme, ya en Miami por segunda vez, los recientes papás volvieron a hacer de las suyas. Parece que cogieron gusto a la estrategia disuasoria utilizada por la tonadillera, pues este mismo lunes volvieron a ponerla en práctica. Llamada a las fuerzas de seguridad de Miami, arresto preventivo de los paparazzi y la correspondiente huida de los denunciantes. Un plan que fácilmente podría formar parte del guión de cualquier película hollywoodiense y que volvió a dar resultado.