El cortometraje del 'caso Malaya'

Se ve a una afectadísima Mayte Zaldívar al teléfono con una tal Carmen. De repente, una inesperada visita le obliga a colgar. Su exmarido, el que fuese alcalde de Marbella, Julián Muñoz, se sienta en el sofá de su casa. Los trapos sucios del exmatrimonio salen a relucir. Cuernos, bolsas de basura y una tonadillera protagonista en la sombra. Así da comienzo el cortometraje Mi Garluchi, dirigido por Antonio Segura, que tienen como leitmotiv la trama de corrupción más ‘rosa’ de España, que no sólo ha sido juzgada en los tribunales de Málaga, sino que también ha sido despiezada en los platós de televisión con un triángulo amoroso como aliciente.

La Tita, en el papel de Mayte Zaldívar; Joaquín Cabanillas, en el de Julián Muñoz; ‘La Momia’, micro en mano, haciendo de 'intrépido' reportero, y una criada encarnada por Amelia Cortéz. Un elenco de 'artistas'que da vida en poco más de 18 minutos a una historia basada en hechos reales, por muy irreal que pueda parecer el visionado. Un galán como los de antaño, que se hizo amigo de lo ajeno –según dictó sentencia un juez– y dos mujeres, la coplera y la de las bolsas de basura repletas de parné, que sacaron las uñas por amor y más tarde por desamor.