La policía sorprende a Alonso Aznar saltando la valla de la casa de sus padres

Alonso Aznar, el benjamín del expresidente del Gobierno y la alcaldesa de Madrid, casi provoca un grave incidente en el que tuvieron que intervenir varios miembros de la Policía Nacional pistola en mano.

Los hechosde los que Vanitatis ha tenido conocimientoocurrían al final del pasado verano. Todo sucedióen Marbella, en la anterior casa de la familia Aznar en la ciudad marbellí. Como de costumbre, dos agentes de la Policía Nacional vigilan la entrada de la vivienda cuando el expresidente del Gobierno y su familia se hospedan en ella. La noche había sido tranquila y empezaba a amanecer. Cuando los primeros rayos de sol comenzaban a despuntar, se percataron de que una persona estaba intentando saltar el muro para acceder a la vivienda del expresidente. Acto seguido, “los dos policías, pistola en mano, se dirigieron hacia el extraño y al grito de “¡alto!” le obligaron a bajar del muro, al que ya estaba encaramado, y tirarse al suelo”, asegura un testigo presencial.

La sorpresa de los agentes de policía fue tremenda cuando vieron la cara al joven. “Era igual que José María Aznar, pero con barba”, aseguran que contó en su momento uno de los policías que participó en la detención. Se trataba de Alonsito Aznar, que “llegaba de marcha y se había olvidado las llaves”. Según indica a Vanitatis la persona que pudo presenciar todo, “al hijo del expresidente se le notaba que había estado de fiesta”. Por eso decidió no llamar a la casa ya que con seguridad despertaría a sus padres. Prefirió saltar el muro e ir directamente a su dormitorio sin tener que pasar por el chequeo parental.

Al vástago de José María le fascina perderse por los garitos de Marbella. Es un asiduo al Funky Buda, Suite o al antiguo Billonaire, donde su cuñado Alejandro Agad hacía las veces de mecenas noctámbulo. De todos es sabido en Marbella el gusto que le tiene Alonso a apurar la noche hasta altas horas de la madrugada. El problema lo tendrá a partir de ahora si se vuelve a olvidar las llaves, porque con el muro de dos metros y medio de la nueva mansión del clan en Marbella le va a resultar más que complicado ‘asaltar’ la vivienda.