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Con Conchita Wurst llega el apocalipsis
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Con Conchita Wurst llega el apocalipsis

Conchita Wurst ya tiene un miembro más que añadir a la lista que encabeza Vlademir Putin. El último en sumarse a los comportamientos homófobos que lleva

Foto: Conchita Wurst en Viena (Gtres)
Conchita Wurst en Viena (Gtres)

Conchita Wurst ya tiene un miembro más que añadir a la lista que encabeza Vlademir Putin. El último en sumarse a los comportamientos homófobos que lleva sufriendo la cantante durante los últimos mesesha sido el Patriarca Amfilohije de Montenegro, quien no ha dudado en afirmar que las inundaciones que han sufrido los Balcanes a principios de este mes y que se han cobrado la vida de más de 50 personas “no son una coincidencia, sino una advertencia”.

El líder eclesiástico ha añadido “Dios envió las lluvias como recordatorio de la gente no debe unirse al lado salvaje”, en una clara referencia a la homosexualidad y travestismo de Conchita. A la ganadora de Eurovisión le han salido tantos seguidores como detractores. El más conocido de todos ellos es el mandatario ruso que mantiene una clara cruzada en contra de la homosexualidad.

Para él y para muchos otros que han criticado fervientemente que un certamen europeo lo haya ganado alguien con un “lado salvaje” como el de Conchita, lo peor está por llegar. Si comparten la opinión de los Amfilohije, deben prepararse para el apocalipsis porque la cantante no sólo ha ganado Eurovisión sino que en pocos meses actuará como telonera de Lady Gaga. Así sumará a su trayectoria no sólo más popularidad, sino más posibles fans susceptibles de caer en ese “lado oscuro” que puede suponer el fin del mundo.

Conchita Wurst ya tiene un miembro más que añadir a la lista que encabeza Vlademir Putin. El último en sumarse a los comportamientos homófobos que lleva sufriendo la cantante durante los últimos mesesha sido el Patriarca Amfilohije de Montenegro, quien no ha dudado en afirmar que las inundaciones que han sufrido los Balcanes a principios de este mes y que se han cobrado la vida de más de 50 personas “no son una coincidencia, sino una advertencia”.