Esperanza Aguirre huye de la prensa por ‘la puerta de atrás’

Este lunes Mariló Montero presentaba su libro ‘El corazón de las mujeres no tiene reglas’ y lo hacía acompañada por dos políticos amigos, Joaquín Leguina y Esperanza Aguirre. La presencia de ambos fue para muchos periodistas el atractivo de la presentación y acudieron a él, como ha ocurrido con otras presentaciones, movidos por la inquietud de poder preguntarles por el que ha sido el tema del fin de semana: el ‘pequeño Nicolás’.

Sin embargo, esa posibilidad, la de que los dos políticos fueran preguntados por su posible relación con el famoso joven, ya estaba bajo el control de la organización del evento. Para evitar cuestiones incómodas para Aguirre, se planteó a los periodistas e invitados —como suele ser habitual en los actos de la Asociación Siglo XXI— que anotaran en un papel su nombre. La maestra de ceremonias, Paloma Segrelles, presidenta de la Comisión de Jóvenes de Siglo XXI, sería la encargada de trasladarle la pregunta siempre que esta tuviese que ver con el libro, tal y como habían exigido previamente desde la organización.

Pero Esperanza Aguirre, con el primer escollo superado, tampoco estaba dispuesta a que los periodistas pudieran cogerla a su salida y le formularan esas preguntas incómodas que minutos antes había conseguido evitar. Se trataba de un rotundo cambio de actitud en una política que hasta la fecha había atendido a la prensa fuese cual fuese el asunto a tratar. Sin embargo, en esta ocasión decidió tomar lo que se conoce como 'puerta de atrás', esa salida que algunos recintos tienen habilitada para abandonarlo con la máxima discreción.

De este modo, la líder del PP en Madrid evitó ser preguntada por el ‘pequeño Nicolás’ y por la relación que este había podido tener con el Gobierno madrileño en los años en los que ella era presidenta de la Comunidad. Todo un gesto de transparencia para lo que ya se ha convertido en una nueva crisis para la clase política, cuestionada por un chaval de solo 20 años.