¿Usamos mal los preservativos?

Hace unos días, una conocida marca de preservativos hacía públicos los datos de un estudio anual sobre sexualidad. Atendiendo a esos datos, el 33,8% de los españoles que usan preservativos en sus relaciones lo hacen de forma incorrecta. No se trata de que no sepan cómo se coloca, sino de que más de uno primero apunta y después encesta, es decir, que el 28,9% primero inicia la penetración, para minutos después colocar el preservativo, y un 4,9% lo hace momentos antes de que se produzca la eyaculación.

¿Nos puede el instinto y no somos capaces de controlarlos? ¿O es la sensación de peligro, de estar haciendo algo indebido lo que impulsa a esa penetración antes del preservativo? En cualquier caso, lo que deja patente este estudio es que la preocupación de los españoles es, ante todo, poner remedio a un embarazo no deseado, pero no evitar contraer una enfermedad de transmisión sexual.

Ni que decir tiene que el 7,7% de los encuestados que reconocen no utilizar ningún método anticonceptivo no actúa conforme a los riesgos que supone, tanto ante un posible embarazo como hacia alguna enfermedad. Frente a ellos, un 18% combinan el uso del preservativo con la píldora anticonceptiva para mayor seguridad. Aunque éstos no son los más abundantes, eso sí. Del 93% que utiliza algún método anticonceptivo, el 57% utilizan el preservativo, el que es, hoy por hoy, el método más eficaz contra las enfermedades venéreas.

Y si no se ponen barreras para prevenir el embarazo o éstas no funcionan por alguna remota causa, siempre queda la píldora postcoital, esa que un 34% de los encuestados reconocen haber utilizado en alguna ocasión. Del total de quienes la han tomado en alguna ocasión resulta alarmante pensar que un 42% lo ha hecho por no utilizar correctamente los métodos anticonceptivos o directamente por no hacer uso de ellos.

Sin ánimo de ser alarmista, como bien recuerdan los expertos, la postcoital está para utilizarla si es necesario, pero nunca ha de ser utilizada como un medio anticonceptivo habitual. Si quieren asustarse tan sólo tienen que introducir en Google estas palabras: "píldora postcoital abuso efectos". El resultado –máxime si uno es hipocondríaco- resulta escalofriante. Y les aporto otro dato que parece no interesar a quienes la toman habitualmente: no protege contra las enfermedades de transmisión sexual. Así que acepten un consejo: intenten mantener la cabeza fría cuando la temperatura esté al rojo vivo; les ahorrará muchos problemas.