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¿Funcionan realmente los alargadores de pene?
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Receca Royo Ortiz

El Eroticón

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¿Funcionan realmente los alargadores de pene?

Esta semana, googleando, como suelo hacer para ver las novedades, me sorprendía una noticia: un canadiense había demandado a un fabricante de un alargador para el

Esta semana, googleando, como suelo hacer para ver las novedades, me sorprendía una noticia: un canadiense había demandado a un fabricante de un alargador para el pene porque no había obtenido los resultados deseados. Según la información recogida en varios medios, el sujeto había llevado el aparato durante más de 500 horas sin fruto alguno.

Y ante esto volvió una pregunta que me asalta muchas noches, cuando mi nocturnidad –a veces alevosa- me sorprende viendo la Teletienda. ¿funcionan realmente los productos que venden como alargadores de pene? ¿Es cierto que han sido probados y testados por los médicos?

Como nadie mejor que un doctor puede responder a estas preguntas, después de seguir buceando en la Red para informarme, me puse en contacto con Don Ignacio Moncada, especialista en Andrología, para que me explicara de qué iba todo esto. Y la primera respuesta me sorprendió: “Yo prefiero llamarlos extensores. Pero si se lleva el número de horas suficiente, sí que puede funcionar. El cuerpo humano es elástico”, me cuenta.

Existen muchos tipos de productos que supuestamente tendrían como fin aumentar el tamaño del pene: unos son cremas, otros, bombas de succión, y otros, como los comercializados en la Teletienda, de tracción. Según el médico estos últimos llevan tiempo utilizándose con fines terapéuticos.

“Las bombas de succión tienen muy baja eficacia”, comenta. Y sobre las cremas añade: “No sé que clase de composición llevarán, pero dudo que funcionen”. Lo que sí ha utilizado en varios casos son los alargadores de tracción. “Están indicados en dos casos, cuando un paciente padece la enfermedad de peironi (una curvatura anormal del pene en erección) y después de la colocación de una prótesis”, cuenta.

Y parece ser, que igual que una ortodoncia dental, estos aparatos consiguen volver a colocar el pene en su lugar y, -por qué no, que preguntaría la mujer del anuncio- alargarlo unos centímetros. Pero ahí está la trampa. La ampliación del miembro en cuestión dependerá de la paciencia y “la constancia” del sujeto en cuestión. “Para que resulte efectivo debería llevarlo unas ocho horas al día pero quitándolo cada dos horas”.Pero como nada es para siempre, puede ser que al dejar de usarlo, el pene vuelva a su estado habitual, igual que sucede con los músculos desarrollados si uno deja de ir al gimnasio.

Aunque es mejor “hacerlo bajo supervisión médica”, cada vez hay más gente que busca este tipo de tratamientos en Internet o en televisión. “Es más anónimo, hay personas a las que les da vergüenza ir al médico a contar este tipo de problemas”. De cualquier modo, si quieren saber más, como rezan los anuncios de medicamentos, consulten, no con su farmacéutico, sino con un especialista. Seguro que va mucho mejor. Y no se obsesionen. Nadie se pone de acuerdo sobre si el tamaño importa y todo en esta vida depende del color del cristal con que se mire. 

Esta semana, googleando, como suelo hacer para ver las novedades, me sorprendía una noticia: un canadiense había demandado a un fabricante de un alargador para el pene porque no había obtenido los resultados deseados. Según la información recogida en varios medios, el sujeto había llevado el aparato durante más de 500 horas sin fruto alguno.

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