Es noticia
Regreso al pasado: 'En tu casta o en la mía'
  1. Televisión
  2. Carta de Ajuste
Nacho Gay

Carta de Ajuste

Por

Regreso al pasado: 'En tu casta o en la mía'

¿Es malo el programa de Bertín Osborne? No. ¿Cumple algún servicio público? No. ¿Sirve para algo? Cuanto menos para que su presentador, además de un chalé en 'los madriles' y una finca en Sevilla, el año que viene tenga un pisito en Torrevieja

Foto: Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'
Ilustración de Paco Sordo para 'Vanitatis'

Les contaré la increíble historia, basada en películas reales, de un joven llamado Marty McFly. Corrían los años ochenta. Mucha droga, mucho sexo... ya saben, qué les voy a contar. Marty decide entonces huir del mundanal fornicio. Para ello utiliza, como solemos hacer todos en estos casos, una máquina del tiempo, que en realidad era un Citröen ZX con una buena mano de pintura metalizada, pero al que un científico amigo suyo le había puesto un nombre muy molón: DeLorean. El chico se monta en el artilugio, elige una fecha al tuntún y la introduce en el panel de control: 21/10/2015.

A las 22:30 horas de ese día de la semana pasada, una señora septuagenaria de Cuenca llamada Dolores –con más brazos que dientes, la pobrecita mía– está sorbiendo unas lentejas junto a su hijo Benigno (soltero, 48), ambos frente al televisor. Tienen puesta La 1 de TVE y en ese preciso momento de la Historia Universal Carlos Herrera entra en el casoplón madrileño de Bertín Osborne y ambos se saludan como dos machotes. Parte médico: fractura costal múltiple para el primero y luxación de hombro para el segundo.

Dolores ríe. Su marido se tiró al pilón de un huerto hace 30 años por no aguantarla, pero a ella le dio igual, porque siempre estuvo enamorada de Bertín. Aun con todo, todavía viste de luto. Siempre fue una gran actriz. Aspiró al papel de madre de Norman Bates en 'Psicosis', pero luego resulta que la madre estaba muerta y no pudo ser. Eso sí, se quitó la espinita participando como figurante en 'Volver', de Pedro Almodóvar. Su hijo Benigno, por su parte, siempre ha llevado una vida más rutinaria. Los sábados por la noche acude al burdel del pueblo colindante (solo mira), los domingos va a misa y todos los días de diario planea durante la cena, mortificado por la sinfónica melodía del sorber materno, cómo deshacerse del cadáver de Dolores sin dejar rastro.

En estas, el DeLorean atraviesa la pared norte del salón y Marty McFly, un 'pintas' muy grande, se baja del coche y dice: “Si mis cálculos son correctos, estamos en el año 2015”. Dolores le mira con la misma cara de '¡pero esto qué es!' que se le quedó cuando contempló por primera vez en el rodaje de 'Volver' a Penélope Cruz disfrazada de Raimunda, porque era la primera vez que veía a una aldeana de la Mancha maquillada por Dior. Entretanto, Marty se planta de un salto en el sofá y se pone a ver la tele. En ese instante, Herrera y Osborne discuten jocosos sobre la “inteligencia sexual”. Ambos reconocen que no comprenden a las mujeres en este sentido y aseguran que tampoco van a hacer el esfuerzo de intentarlo. Para qué. Las mujeres, para quien no lo tenga muy claro, son esas personas que te sujetan la bota de vino en los toros.

Marty terminó de ver el programa y, cabizbajo, volvió al pasado convencido de que nunca viajó al futuro, del mismo modo que Cristobal Colón murió sin saber que había descubierto un nuevo continente. Fin.

Una pisito en Torrevieja

Permítanme exagerar. Es cierto, no todas las espectadoras que ven el programa de Bertín son de Cuenca, ni se quedaron viudas tras una tragedia en un pilón, ni tienen probablemente un hijo eunuco. Pero el 90% yo diría que sí. España está representada, qué duda cabe, en la increíble historia de Marty McFly. Tampoco responde a la realidad mi descripción, pretendidamente morbosa, del percal audiovisual que emite TVE los miércoles. En efecto, decir que el NO-DO ha descubierto el color sería de nuevo exagerar. Pero, no nos engañemos, de algo rompedor, lo que se dice rompedor, tampoco estamos hablando.

¿Es malo el programa de Bertín Osborne? No. ¿Cumple algún servicio público? No. ¿Sirve para algo? Cuanto menos para entretener a ciertos 'targets' los miércoles por la noche y para que su presentador, además de un chalé en 'los madriles' y una finca en Sevilla, el año que viene tenga en propiedad también un pisito en Torrevieja en el que recibir a sus invitados. Que Bertín vaya a cobrar (a partir de ya) 50.000 euros mensuales del erario público por presentar esto, puede resultar, así expresado, en términos absolutos, una afrenta al sentido común. Pero pierde fuelle si tenemos en cuenta que TVE pagaba esa misma cantidad, pero semanalmente, a la 'nietísima' de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, por patalear en '¡Mira quién baila!'. Y de esto tampoco hace tanto. Luego está la cuestión del parentesco, ya me entienden. La productora del espacio, Proamagna, fue fundada hace unos años por Pablo Carrasco (exdirector de contenidos de TVE) y solo esta cadena ha comprado hasta la fecha sus formatos. Y todo esto mandando quien manda y con un cantante muy 'popular' en el epicentro del meollo. (Suena aquí el cántico de unos adorables pajaritos).

Si dejamos estas menudeces de lado, una cosa sí hemos de reconocer: la producción y realización del espacio son más que solventes teniendo el cuenta el presupuesto de 70.000 euros por emisión (aunque en lo sucesivo se aumentará en un 27%) del que dispone la productora. Todo un logro. Un milagro, incluso, si recordamos que estos tíos fueron los responsables de 'Entre Todos' y 'T con T', los dos formatos que encumbraron a la hoy ya malograda Toñi Moreno. El éxito, querida Toñi, suele ser efímero, tanto o más que el dinero público.

El de Bertín, me refiero al éxito, no al dinero, efímero aún no sabemos si será, pero lo que debemos dejar claro es que, al menos en parte, un poco falso sí es. Digámoslo de una vez: a las televisiones privadas les importa una mierda que 'En tu casa o en la mía' baile en torno al 20% cada miércoles. Por eso mantienen en sus respectivas parrillas programas muertos como 'Top Chef' o 'B&B'. A nadie se le escapa que si Osborne triunfara en Antena 3, en lugar de en TVE, Vasile ya habría lanzado tres 'belenazos' en miércoles. Habría destripado a siete cabras en directo si hubiese hecho falta, pero hoy su competidor tendría de tres a cinco puntos de 'share' menos de los que acumula. Pero Bertín no entraña ningún peligro, porque la fiesta de TVE la pagamos nosotros, no las marcas.

De casta le viene al galgo

Un mérito le reconoceré, solo uno, antes de despedirme, al campechano Bertín. Lo haré porque manda huevos, que diría el otro, que haya tenido que ser él, un señor cuyo máximo logro hasta la fecha (cuenta la leyenda) había sido dejar a alguna mujer embarazada con una sola mirada, o cuando menos obligarla tras una caída de ojos a tomarse la píldora del día después, el que haya tenido que recordar al mundo, a Ana Pastor, a Risto Mejide, a tantos otros, que en una entrevista lo importante no es la pregunta, sino la respuesta. Es más un demérito de aquellos que un mérito de este, pero ahí queda, apuntado.

Eso sí, todo es siempre más fácil cuando se habla de igual a igual. Cuando 'En tu casta o en la mía' es en realidad la misma casta, porque los dos tenemos un casoplón igual de grande en alguna parte del mundo y entonces nos entendemos a la perfección. Al margen queda la cuestión del interés. El interés que puedan llegar a despertar las extraordinarias revelaciones de Los Morancos o Pablo Alborán. Y la cuestión de los intereses. Los intereses varios.

Pero esto es TVE, es lo que hay. Puedes montarte un DeLorean e intentar huir hacia adelante. Es probable que te ocurra lo mismo que al pobre Marty McFly. Que en el futuro todo siga igual. Así que son lentejas. O las sorbes (como Dolores) o las dejas.

Descarga la app de Vanitatis en tu móvil o tablet y no te perderás nunca la actualidad del corazón en España.

Les contaré la increíble historia, basada en películas reales, de un joven llamado Marty McFly. Corrían los años ochenta. Mucha droga, mucho sexo... ya saben, qué les voy a contar. Marty decide entonces huir del mundanal fornicio. Para ello utiliza, como solemos hacer todos en estos casos, una máquina del tiempo, que en realidad era un Citröen ZX con una buena mano de pintura metalizada, pero al que un científico amigo suyo le había puesto un nombre muy molón: DeLorean. El chico se monta en el artilugio, elige una fecha al tuntún y la introduce en el panel de control: 21/10/2015.

Bertín Osborne Carlos Herrera Risto Mejide
El redactor recomienda