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Aviones de papel, personas de verdad
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Raúl de la Riva

El taller de Velvet

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Aviones de papel, personas de verdad

Este texto es ficticio. Los relatos, opiniones y valoraciones aquí vertidas no mantienen conexión alguna con ninguno de los actores de la serie Velvet

Foto: Los personajes de 'Velvet' Raúl de la Riva y Humberto
Los personajes de 'Velvet' Raúl de la Riva y Humberto

Me pongo a escribir esto mientras el nombre de Humberto (Aitor Luna) no hace más que golpearme en la cabeza. El insufrible galán, el hombre chulesco y prepotente con el que me topé y con el que me vi obligado a lidiar parece esconder un alma, quizá algo atormentada, quizá incomprendida.

Nuestra fricción -por ser utilizar un término suave para definir a ese choque de egos- ha ido dando paso a una relación cordial en la que adivino cierta complicidad. No sé qué me deparará el futuro con Humberto, si se consumará en una bonita amistad o si me tendré que volver a rasgar las vestiduras ante una nueva desfachatez de este actor. Quién sabe qué pasará.

De lo que sí me he dado cuenta es que, entre él y yo, las palabras ahora dicen más pero son menos. Si antes ambos competíamos por ver quién podía abrumar al otro con mayor verborrea y más gritos, ahora existen silencios que cortan.

Es curioso cómo funcionamos las personas. Hasta no hace tanto, Humberto y yo nos atrevíamos a decirnos las peores cosas que pensábamos el uno del otro; y cuando la tensión se aparta, cuando aparece un hilo de cordialidad… resulta que es cuando las dificultades en la comunicación se hacen más evidentes. ¿Qué tengo que hacer ante esta nueva situación?

"Aviones de papel que con tan poco decían tanto"

Me he acordado de los aviones de papel. Ese jueguecito que desde niños se traían Ana y Alberto para decirse lo que las circunstancias les impedían decirse. Aviones de papel que con tan poco decían tanto. Aviones de papel que transportaban más que palabras; ahí volaban miradas, sentimientos, miedos y deseos.

Quizá nos falte eso: volver a ser unos adolescentes y jugar a lanzarnos aviones de papel. Quizá si por las Galerías Velvet volasen más de estos artilugios Mateo se daría cuenta de que Clara aún lo ama, o Patricia entendería que Enrique muda el gesto solo de pensar que lo de ella y Valentín es una unión para siempre… Si más aviones de papel planeasen por los pasillos de estas galerías, a Rita quizá le hubiese resultado más sencillo comunicar la noticia de su dolorosa enfermedad o don Emilio y doña Blanca podrían insinuarse lo que las maneras de la edad impiden.

Si Ana viera volar un avión de papel seguro se daría cuenta de que en su corazón solo mora un inquilino, Alberto. Y así será por siempre, lo entienda o no. Si un avión de papel llegara hasta las manos de Ana, probablemente no necesitaría mucho más para sentir que el pasado, con frecuencia, forma parte del futuro. Pensándolo bien, creo que a todos nos faltan aviones de papel con los que decir lo que no podemos expresar con palabras.

[NOTA: Este texto es ficticio así como los personajes a los que hace referencia. Los relatos, opiniones y valoraciones aquí vertidas no mantienen conexión alguna con ninguno de los actores de la serie Velvet]

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Me pongo a escribir esto mientras el nombre de Humberto (Aitor Luna) no hace más que golpearme en la cabeza. El insufrible galán, el hombre chulesco y prepotente con el que me topé y con el que me vi obligado a lidiar parece esconder un alma, quizá algo atormentada, quizá incomprendida.

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