¡Qué bello es revivir!

No sé si las oyen. Yo empiezo a hacerlo ligeramente. Son las campanas. Avisan de que comienza una película de Liberty Films. Señalan que un ángel recibe sus alas. Nos dicen, en definitiva, que comienza ¡Qué bello es vivir! y con él un ritual que se repite año tras año. Las cadenas de televisión norteamericanas no se olvidan de ella en sus programaciones y en España intentan más o menos pasarse el testigo de unas a otras para que, ya de madrugada, asistamos, huyendo de insoportable galas musicales, a este Cuento de Navidad que nos recuerda que la vida, a pesar de todo, tiene sus momentos maravillosos. Si, como alguien dijo, la felicidad consiste en la repetición, en revivir, este es un ejemplo de ello. Sobre todo porque el material aguanta lo que le echen, siempre que sepamos mirarlo poniendo unas gotitas de inocencia.