La hija del Acomodador
Por
Toda una experiencia vampírica
La sombra de un extraño personaje de manos con largos dedos y uñas afiladas sube por unas escaleras. Es aterrador. De pequeña no podía soportar esta
La sombra de un extraño personaje de manos con largos dedos y uñas afiladas sube por unas escaleras. Es aterrador. De pequeña no podía soportar esta imagen un tanto sinuosa. Mi padre, tan habituado a la oscuridad a pesar de la linternita, no podía entender mi miedo. El caso es que me costó años poder ver con gusto éstas -que como muchos habrán adivinado, corresponden a Nosferatu- y otras imágenes de sombras vampíricas. Incluso, con el tiempo, empezar a apreciar su lado romántico e incluso sensual: Tod Browning o más tarde Coppola supieron cómo hacerlo. Y de Crepúsculo no me hagan hablar…
La sombra de un extraño personaje de manos con largos dedos y uñas afiladas sube por unas escaleras. Es aterrador. De pequeña no podía soportar esta imagen un tanto sinuosa. Mi padre, tan habituado a la oscuridad a pesar de la linternita, no podía entender mi miedo. El caso es que me costó años poder ver con gusto éstas -que como muchos habrán adivinado, corresponden a Nosferatu- y otras imágenes de sombras vampíricas. Incluso, con el tiempo, empezar a apreciar su lado romántico e incluso sensual: Tod Browning o más tarde Coppola supieron cómo hacerlo. Y de Crepúsculo no me hagan hablar…