La hija del Acomodador
Por
Usted tiene ojos de cinéfilo fatal
Todo cinéfilo tiene un problema de sobrepeso. Y no en sus carnes -que a veces también-, sino en sus estanterías. No en vano suele ser muy
Todo cinéfilo tiene un problema de sobrepeso. Y no en sus carnes -que a veces también-, sino en sus estanterías. No en vano suele ser muy común que su afición vaya unida a un incurable Síndrome de Diógenes que le lleva a recortar afiches, guardar carteles, fotografías o pósters que nunca podrá colgar en las paredes de su casa, precisamente porque ya están invadidas por las mencionadas estanterías. Y en ellas no se crean que sólo guardan películas. No. Todo cinéfilo con dos dedos de frente deviene en un cultureta que no hace otra cosa que acumular libros y libros que en muchos casos no puede leer. Ver cine le quita bastante tiempo.
Todo cinéfilo tiene un problema de sobrepeso. Y no en sus carnes -que a veces también-, sino en sus estanterías. No en vano suele ser muy común que su afición vaya unida a un incurable Síndrome de Diógenes que le lleva a recortar afiches, guardar carteles, fotografías o pósters que nunca podrá colgar en las paredes de su casa, precisamente porque ya están invadidas por las mencionadas estanterías. Y en ellas no se crean que sólo guardan películas. No. Todo cinéfilo con dos dedos de frente deviene en un cultureta que no hace otra cosa que acumular libros y libros que en muchos casos no puede leer. Ver cine le quita bastante tiempo.