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Kiko, criticar es sano y divertido
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César Andrés Baciero

Mucha tele que cortar

Por
César Andrés

Kiko, criticar es sano y divertido

En 'Supervivientes' -como en la vida corriente- no hay nada más liberador que pegarte 'la gran rajada' de espaldas al criticado. Muchos conflictos se evitan dándole a la sinhueso

Foto: Kiko en una imagen de archivo de su perfil de Instagram.
Kiko en una imagen de archivo de su perfil de Instagram.

En una de las complicadas jornadas de ‘Supervivientes’, bajo la sombra de los cocoteros, estaban Alba Carrillo y Paola Caruso distendidas, dándole a la sinhueso, rajando sobre lo divino y lo humano; siguiendo la norma principal del cotilleo: criticar al que no está delante, mientras el novio de Gloria Camila (acá Gloria-K) ponía la oreja escondido entre la maleza. Puro costumbrismo.

La italiana comentaba, entre lágrimas de cocodrilo, que Kiko la lleva humillando semana tras semana desde el comienzo del concurso y que no puede más con el malvado andaluz, Alba apoyó su teoría alegando que por culpa de él ha llorado ¡lo que no está en los escritos! y que si un día aceptó sus disculpas (por legitimar las presuntas infidelidades de su exmarido), lo hizo con la boca pequeña. De mentirijilla.

Como todo el mundo sabe, o debería, la información es poder, por lo que Kiko corrió a contarle todo lo que había oído a su novia la 'pequeña más grande’ y en vez de reaccionar inteligentemente digiriendo y almacenando estos datos para moldear su comportamiento y evitar nuevas críticas, que de producirse resultarían ridículas por falsas, el muchacho y su novia, acá en el papel de defensora, se han encarado a las dos concursantes. El encontronazo se resume con un clásico “lo que me tengas que decir me lo dices a la cara como hago yo”.

Error. Kiko, criticar es fácil y divertido. En pareja o en grupo, siempre de espaldas al criticado, es muy sano, liberador y evita muchos conflictos y decepciones. Alguna guerra se ha sorteado gracias a una buena rajada entre aliados. Pero tú esto no lo sabes porque dices que eres auténtico, cristalino, de verdad. Basta ya de llamar genuino a lo poco reflexivo. Lo que eres es torpe, porque si te conocieses un poquito, sabrías que en cuanto cualquiera se aleja le pones de vuelta y media con tu colaboradora necesaria Gloria-K. Advertir en el ojo ajeno la raspa de sardina y no ver la barracuda en el propio.

Es más, tras esta conversación has huido a la playa a llorar porque te tildan de maltratador psicológico y tu novia ha practicado contigo el noble oficio de largar sobre los que no te oyen. Ahí tienes la prueba de que criticar (tú) y permitir criticarte (a los demás) es de buena educación. Es importante aceptar las reglas de este juego bidireccional.

Escuchar detrás de las ‘puertas’ no está bien, está superior, hacer saber que lo has hecho es un error de novato, por eso no eres un buen concursante porque en ‘Supervivientes’ tan importante es ser ducho con el machete (que tampoco lo eres) como buen estratega. El hambre agudiza el ingenio y en otros casos alimenta la sinrazón.

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En una de las complicadas jornadas de ‘Supervivientes’, bajo la sombra de los cocoteros, estaban Alba Carrillo y Paola Caruso distendidas, dándole a la sinhueso, rajando sobre lo divino y lo humano; siguiendo la norma principal del cotilleo: criticar al que no está delante, mientras el novio de Gloria Camila (acá Gloria-K) ponía la oreja escondido entre la maleza. Puro costumbrismo.

Gloria Camila Ortega Mohedano Alba Carrillo