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Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate...
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Laura S. Lara

Escuela de Glamour

Por
Laura S. Lara

Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate...

Cada mañana me hago la misma pregunta al subir al autobús: ¿Por qué tan pocas mujeres se preocupan por su aspecto? ¿No les importa que las

Foto: Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate...
Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate...

Cada mañana me hago la misma pregunta al subir al autobús: ¿Por qué tan pocas mujeres se preocupan por su aspecto? ¿No les importa que las ojeras, las legañas y las imperfecciones arruinen su imagen? No es que yo me maquille demasiado, y entiendo que nada más levantarse de la cama cuesta mucho dedicarle un rato a acicalarse frente al espejo... Pero en realidad, con un simple eyeliner, un corrector, un poco de colorete y un gloss, podemos hacer más por nuestro aspecto que cualquier retoque estético.

“No me mires, no me mires, no me, no me, no me mires, no me mires, no me mires déjalo ya, que hoy no me he puesto el maquillaje, y mi aspecto externo es demasiado vulgar, para que te pueda gustar”

Los principales objetivos de la mujer al maquillarse son gustarse a sí misma, estar elegante y tener un aspecto saludable. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la firma cosmética Yves Rocher, el cual afirma que las españolas consideran el maquillaje como un hábito diario de higiene, de manera que la mayoría no concibe salir de casa sin pintar. Así, el 60% asegura maquillarse al menos una vez al día. Según mi propia experiencia, tengo la sensación de que en realidad son muchas menos. Una lástima, porque acabar con ese aspecto fantasmagórico que provoca el cansancio y la falta de sueño, y estar preparadas para plantarle a la rutina diaria nuestra mejor cara, es realmente sencillo y favorecedor, no sólo estéticamente.

Estado de ánimo y maquillaje están estrechamente relacionados en el universo femenino. Así, la mitad de las mujeres encuestadas afirma que presta menor atención a su cuidado personal cuando se sienten desanimadas, y 6 de cada 10 reconocen que verse bien maquillada tiene una influencia positiva sobre su estado de ánimo.

“No me mires, no me mires, no me, no me, no me mires, no me mires, no me mires, déjalo ya, no he dormido nada esta noche, y tengo una cara que no puedes mirar, porque te vas a horrorizar”

La edad, según desvela el estudio elaborado por la firma francesa, es algo que determina claramente su actitud ante el maquillaje. Las más jóvenes buscan la elegancia y disimular los defectos principalmente (para ello recurren a productos estrella como el lápiz de ojos, la máscara y el rizador de pestañas), mientras que, conforme cumplimos años, va ganando relevancia la búsqueda del aspecto saludable y juvenil, y con ello cobra importancia la barra de labios. Sin embargo, la búsqueda de la sencillez y naturalidad en el día a día es común a todas las mujeres, tengan la edad que tengan. Eso sí, en ocasiones especiales, la mayoría sofisticamos nuestros secretos de belleza, dejándonos llevar por las últimas tendencias.

“Mira ahora, mira ahora, mira, mira, mira ahora, mira ahora, mira ahora puedes mirar, que ya me he puesto el maquillaje, y si ves mi imagen te vas alucinar, y me vas a querer a besar”

Finalmente, este estudio demuestra una vez más una realidad que a día de hoy muchas mujeres ignoran: los hombres nos prefieren naturales. Y es que, la inclinación masculina hacia los maquillajes sencillos y naturales es más acusada de lo que creen algunas.

“Sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal, y mírate, y mírate”

 

 

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Cada mañana me hago la misma pregunta al subir al autobús: ¿Por qué tan pocas mujeres se preocupan por su aspecto? ¿No les importa que las ojeras, las legañas y las imperfecciones arruinen su imagen? No es que yo me maquille demasiado, y entiendo que nada más levantarse de la cama cuesta mucho dedicarle un rato a acicalarse frente al espejo... Pero en realidad, con un simple eyeliner, un corrector, un poco de colorete y un gloss, podemos hacer más por nuestro aspecto que cualquier retoque estético.