Jennifer Lawrence, la nueva (e inexperta) novia de América

Puede que no sepa el significado de Haute Couture o que tenga problemas para llevar un Dior adecuadamente, pero es precisamente en esa sencillez y naturalidad donde radica su verdadero encanto. A sus 22 añitos y sin renunciar a sus curvas, Jennifer Lawrence ha conquistado Hollywood, pero no solo lo ha hecho por su físico. Su talento para la interpretación le ha valido múltiples galardones y nominaciones a los Oscar, los Globos de Oro o los Premios del Sindicato de Actores, desde que en 2010 se ganara al público y a la crítica con su papel en Winter's Bone. Según Rolling Stone es "la actriz juvenil más talentosa de Estados Unidos", y para askmen.com "la mujer más deseada de la cinematografía actual". Sin duda, este es su año.

Precisamente ha sido Christian Dior el primero en fichar a la actriz estadounidense como imagen de la campaña que saldrá a la luz la próxima temporada. La razón, según la casa francesa, "su juventud y su belleza clásica, además de su fuerza femenina". Palabras que definen la esencia del innegable atractivo de Jennifer Lawrence.

Con su edad, lo normal es no tener del todo claro tus gustos a la hora de vestir. Pero no es su caso. A pesar de que quizás debería recortar un poco en determinados escotes (aunque si no lo luce a los 20, cuándo lo va a hacer), lo cierto es que la chica parece saber lo que le sienta bien. La chica o su asesor de imagen. Sea de quien sea el mérito, medir 1,75, disponer de una anatomía tan perfecta que roza la indecencia y contar con cierta capacidad metamórfica heredada de la mismísima Mística, ayuda bastante a la hora de estar espectacular en todo momento. Y es que Jennifer se adapta cual camaleón a todo lo que la ponen. 

Pero Lawrence no tiene nada de mutante. De su papel en X-Men Fist Class con lo único que se queda es con el color azul. La hemos visto muy favorecida en este tono en numerosas presentaciones y galas. Pero también de rojo. Inolvidable su despampanante estilismo de la pasada edición de los Oscar, un modelito de Calvin Klein de lo más sexy que nos recordó, y mucho, a aquel con el que Scarlett Johansson deslumbró a los propios flashes en los Globos de Oro hace unos años. Más madura y elegante, este año repitió color y volvió a lucir tipazo con un fabuloso Dior HC.

Disfrutanto aún del lado bueno de las cosas junto a Bradley Cooper (cinematográficamente hablando), a finales de año volverá a competir como Katniss Everdeen en Los Juegos del Hambre, y dentro de unos días veremos si se alza con la codiciada estatuilla dorada de Hollywood por su sensacional trabajo en la optimista cinta de David O. Russell. Su aparición en el antiguo Teatro Kodak de Los Angeles es, cómo no, la más esperada de la próxima noche de los Oscar. ¿Estará a la altura?