Casa Sierra, un clásico junto a la plaza de toros

Esta vieja taberna fundada en 1925 por Toribio Sierra y su mujer Agustina Sánchez, está situada en el madrileño barrio de Las Ventas, muy cerca de la plaza de toros, en una casa de una sola planta construida a finales del siglo XIX.

 

Toribio y Agustina vinieron a probar suerte a Madrid procedentes de Pedro Bernardo, un pueblo de Ávila. Están hasta 1942, cuando su sobrino Teófilo Bardera se hace cargo del negocio hasta su fallecimiento. Sus hijos Gabriel y Sergio continúan con el restaurante hasta la muerte de Gabriel en 1999. Sergio sigue con él, y le deseo larga vida.

 

Como ocurre en casi todas las ciudades, junto a la plaza de toros se ubican una serie de restaurantes, como es el caso de Casa Sierra, que no es solo un referente gastronómico, es vivir el mundo del toro desde los fogones y las mesas.

 

Durante la Feria de San Isidro, todos los días se llena de gente vinculada a ese mundillo, bien profesionales, críticos o simplemente aficionados, que se dan cita para comer y después ir a la corrida o que después de la corrida, se va a picar algo y comentar como ha estado la tarde.

 

Casa Sierra es la sede social de la Peña Taurina Sergio Díaz, desde 1954. Sergio Díaz es un torero venezolano que tomó la alternativa en Manzanares (Ciudad Real) el 11 de agosto de 1961 y es padrino de pila de Sergio Bardera.

 

Sus dos pequeños comedores están decorados con motivos taurinos, sus mesas y sillas de madera conservan ese sabor antiguo.

 

Cuando entramos, los primero que tenemos a nuestra derecha es una barra de bar fabricada de mampostería y un salón comedor con pocas mesas, que lo preside un mural con una cabeza de toro y una buena colección de láminas bibliográficas de las grandes figuras del toreo.

 

Tiene otro salón interior, también pequeño, decorado asimismo con cuadros, carteles y fotos de toreros.

 

La cocina es sencilla, con buena materia prima. Se suele comer de raciones o de medias raciones, quizás esta opción sea muy aconsejable por lo abundantes de la misma y te permite ampliar la degustación. A diario también hace un menú.

 

Para empezar tiene unas buenas gambas blanca que las prepara en la plancha, el revuelto de morcilla denominado 'teta', por algo será el nombre, las patatas a la yema, que son a lo pobre con huevos rotos y cubiertos con jamón, los boquerones fritos, los calamares, las tortillitas de camarones, las chuletillas de lechal y el plato estrella el rabo de toro, son las opciones que tiene para quedarte satisfecho.

 

Siempre tiene algún postre casero.

 

La bodega, sin pretensiones, con variadas referencias.

 

Precio medio: 35 €

Villafranca, 11 -  Madrid

Teléfono: 91 355 10 29