Casa Ricardo, una tasca con sabor taurino

Esta antigua taberna madrileña, está situada en el barrio de Argüelles, fue fundada en 1935 por Ricardo Recuero, que estuvo al frente hasta su fallecimiento. Se hizo cargo del negocio su sobrino Pedro, que ha tenido mucho cuidado en mantenerlo con el mismo sabor después de la reforma. Su fachada está pintada en tono granate y las rejas de las ventanas de hierro forjado llaman la atención.

En el interior, la zona de la barra y el comedor están bordeados por un friso de azulejos antiguos y en el comedor, las paredes están repletas de cuadros taurinos pegados a la pared, con muchas figuras del toreo dando pases y el retrato del diestro en su parte superior. Unas instantáneas que tienen un gran valor sentimental para los aficionados al mundo del toro.

Antes, en Casa Ricardo no reservaban mesa y había que madrugar si querías comer pronto. Hoy, afortunadamente ha cambiado el concepto del servicio -se puede reservar mesa- pero no su cocina y estilo, que se mantienen.

En el año 2010, Pedro Villarrubia se jubiló y el local estuvo cerrado durante cuatro meses hasta que se hicieron cargo del negocio Carmen y Patricio, que trabajaban con Pedro y son sus actuales propietarios. En honor a la verdad, han continuado con la misma cocina y la misma calidad. Una cocina casera y de mercado, justo lo tiene enfrente, especializada en comida tradicional madrileña.

Su carta es variada y destacan los platos de casquería, de hecho celebran unas jornadas gastronómicas en el mes de octubre en las que hay que ir con autorización del médico. Como entradas destacan: los riñones y las mollejas de cordero, los callos a la madrileña-plato estrella-, las migas manchegas, caracoles a la madrileña, croquetas, chistorra con pimientos de padrón y algunas cosas más.

También ofrece una buena variedad de verduras frescas de temporada como la menestra y las habitas fritas a la cordobesa.

De pescados los filetes de gallo rebozados, los salmonetes, el bacalao al pil pil y los chipirones en su tinta.

De carne destacan los asados de cordero y cochinillo y el jarrete al horno, así como el entrecot, el solomillo, las chuletillas de cordero, el pollo al ajillo, la gallina en pepitoria y su famoso rabo de toro.

De postres, los de la abuela, la manzana asada, el flan, la cuajada y las natillas.

La bodega es discreta, con referencias de La Rioja y la Ribera del Duero. El vino de la casa se sigue sirviendo en la típica frasca y es un vino joven de la zona de Navarra.

Cierra domingos noche

Precio medio 30 €

Fernando el Católico, 31 -  Madrid

Teléfono 914476119