El nuevo Horno de Santa Teresa (Andomas), cocina casera de cinco tenedores

Este pequeño restaurantes está situado en una zona céntrica y tranquila de Madrid, a dos pasos de la glorieta de Alonso Martínez, junto a la Audiencia Nacional y la SGAE. Es complicado aparcar, el parking más cercano es el de la Villa de París, por lo que es fácil encontrase con personas conocidas del mundo de la Judicatura.

Sus propietarios, Ángel López y Mª Magdalena, han dirigido este lugar con gran maestría  después de haber trabajado como chefs en el antiguo Horno de Santa Teresa durante más de 35 años, pues lo inauguraron en 1960.

En 1987 Mª Magdalena se instaló por su cuenta, junto a su hija, hasta que en 1994 Ángel López se incorporó a esta aventura. Desde entonces, siguen ofreciendo su buen hacer a la fiel clientela.

Su hija Lola es la que lleva el día a día del restaurante. Tras 26 años trabajando no se libra de que Ángel lo supervise a diario, comprobando que no falte la buena materia prima de la que dará buena cuenta su variopinta clientela, formada por artistas, políticos, ministros, escritores, etc. Tienen por norma no desvelar los nombres de la gente famosa que allí acude, y no hacen publicidad del negocio porque creen que la mejor propaganda es la que los comensales se encargan de hacer con el método 'boca-oreja'.

El salón es pequeño y está decorado de forma sencilla, pero aún así es acogedor. Lo cierto es que no necesita mucho más, con su cariño y amabilidad ya te hacen sentir como en casa.

La cocina es casera, de la de toda la vida, pero compite con las de mayor renombre. Hacen muy bien la fabada, las croquetas como las de casa, la sopa de cocido (si se lo encargas, te prepara un cocido completo que no tiene nada que envidiar a los mejores del reino), las pencas de acelgas rellenas de rabo de toro, la tortilla de verduras silvestres (collejas, cardillos, ortiga y verdolaga), en temporada las setas, la ensalada de corujas o pamplinas y algunos platos más que Lola te canta según se comporte el mercado. 

De pescados siempre tiene una buena variedad. Destaca el lomo de merluza con salsa de chipirones, los salmonetes de roca, el cogote de merluza a la bilbaína y en temporada la ventresca de bonito al horno y el bonito con tomate.

Una de sus especialidades es la casquería, como las manitas de cerdo a la madrileña, la lengua de ternera estofada, las albóndigas de ternera, los riñones de ternera al Jerez y la carrillada estofada. Una delicia, con permiso del doctor.

Desde el Miércoles de Ceniza, todos los viernes de Cuaresma preparan el potaje de vigilia (garbanzos con bacalao y espinacas) y un bacalao con tomate que merece la pena tomar.

Por Navidad hacen un pavo relleno excelente, junto con el capón, la pularda y las perdices al vino tinto, que por encargo se puede llevar a casa igual que el resto de los productos que tienen en su carta.

De postre tiene algunos caseros que están muy buenos, como el tocino de cielo, el arroz con leche y la tarta de queso. Las torrijas son otra de sus especialidades, así como las frutas asadas, como el membrillo  o el melocotón flambeado Grand Marnier.

La bodega es discreta, con algunas ofertas interesantes.

Precio medio: 30/35 €
Santa Teresa, 8 -  Madrid
Teléfono: 91 308 05 90
Cierra sábados noche y domingos (salvo que tengan algún evento)