Requero, una casa de comidas muy familiar

Este pequeño restaurante está situado en el barrio de Ciudad Lineal y lo abrió en 1978  su actual propietario, José Requero. En un principio fue un mesón tipo gallego con una barra a la derecha y poquitas mesas, donde hacía una cocina gallega basada más en raciones que en platos. Hizo una renovación total en 1987, tanto de local como de cocina, y con la obra consiguió ganar algo de sitio.

La decoración es sencilla, con sus paredes pintadas en tonalidades claras y buena luz natural. Un local diáfano, donde caben doce mesas, con una columna en el centro, que está forrada en madera y sobre la cual se ha ingeniado un botellero donde reposan añadas variopintas de Rioja y Ribera.

La cocina que hace José es de mercado, que se suministra a diario de Mercamadrid y dependiendo de la compra, prepara los platos para ese día, aprovechándose siempre de los productos de temporada.

El cocinero es él mismo, y le ayuda en una persona. De las mesas se encarga su hija Mari Ángeles.

Tiene carta formal, pero nadie la hace caso. Los clientes somos todos repetidores y conocemos el 'paño que vende'. Y el que va de nuevas, suele ir acompañado de un repetidor.

Recuerdo que pasé por su restaurante un día de los de frío de verdad en Madrid. Estaba preparando una crema de nécoras con una receta muy sencilla: un fondo de verduras, nécoras machacadas y como espesantes unos trocitos de pan frito. Estaba riquísima y fue el perfecto remedio contra el frío.

Como entradas, casi siempre suele tener judiones de la granja, langostinos al ajillo, mollejas salteadas con boletus, bracitos de pulpo frito con pimientos, revuelto de setas y langostinos, revuelto de bacalao dorado, ensaladilla de atún con mayonesa y cebolletas, torta del Casar... y así hasta 29 entradas distintas.

De  pescados: el pargo al horno, el besugo a la espalda, la merluza a la bilbaína o riojana, el cogote, el bacalao al horno, la ventresca de bonito a la bilbaína y el atún rojo de Barbate a la plancha. Tiene la costumbre de mostrarte el pescado en crudo antes de pasar a su elaboración.

Las carnes son extraordinarias: el solomillo, entrecot y el churrasco (que lo hace a la parrilla), el rabo de buey estofado y la presa ibérica suelen no faltar.

De postre, algo casero con una copita de aguardiente.

La bodega es corta pero buena. Para los conocidos te ofrece vino de Rioja, de unas barricas que le preparan para él y que está muy aceptable en calidad y precio.

Precio medio: 35 €
Apolo, 7 -  Madrid
Teléfono: 91 742 51 20
Solo abre a mediodía de lunes a viernes.
Dispone de aparcamiento concertado, justo enfrente.