Es noticia
Menú
Una despensa de vanguardia para 'finos y finas'
  1. Estilo
  2. Guía Miguelín
Miguel Casas

Guía Miguelín

Por

Una despensa de vanguardia para 'finos y finas'

La historia de Finos y Finas es un tanto singular. Sus propietarios son Luis  Barrutia  y Carmen Sarría, que empezaron su aventura restauradora en la calle

Foto: Una despensa de vanguardia para 'finos y finas'
Una despensa de vanguardia para 'finos y finas'

La historia de Finos y Finas es un tanto singular. Sus propietarios son Luis  Barrutia  y Carmen Sarría, que empezaron su aventura restauradora en la calle Espartinas en un pequeño restaurante, allá por septiembre de 2001. Digo lo de 'aventura' porque Luis tenía una empresa de artes gráficas y de regalos promociónales, y Carmen ejercía de ama de casa. A ambos les gusta la cocina y decidieron hacer sus pinitos en la hostelería. Lo han conseguido de tal forma, que hoy es su modus vivendi y se han hecho un sitio en el difícil mundo de la restauración.

Han dejado el local de la calle Espartinas y han volcado todos sus esfuerzos en Don Ramón de la Cruz. Este segundo Finos y Finas se inauguró en 2005 y se ha remodelado este verano. En la zona de entrada y junto a la barra, han montado como él define: "la charcuteca y la que-siiiii-teca", donde se pueden degustar chacinas y queso con pedigrí, traídas de diferentes zonas de España, para tomarlas en tapas o raciones, acompañadas de una buena selección de vinos en unas mesas altas, habilitadas para ello. También se pueden comprar al peso para llevarlas a casa.

Para que tengan una pequeña referencia, en materia de charcutería disponen de diferentes productos, según su procedencia: Aragón (foie negro, presa de cerdo latón, longaniza de pascua y secallona), Baleares (sobrasada dulce y picante), Navarra (paté de hongos), Ávila (chicharrones fritos y paleta de jamón serrana), Palencia (cecina equina), Barcelona (bull negro y butifarra de payés), Madrid (lacón de pavo ahumado y jamón de Móstoles), Villanueva de Córdoba (morcilla achorizada fresca, lomo de bellota, paleta ibérica y panceta curada).

Y en cuanto a quesos: Galicia (Arzua-ulloa, rulo de cabra fresca y curada), Asturias (queso el vicio de Pola de Siero, queso de oro y ahumado de Prases), La Mancha (manchegos), Canarias (majorero).

Las tapas son a 4 € y las raciones a 8. Además de estas, mantiene una serie de platos clásicsas, como las ostras, los callos a la madrileña... Para una persona que coma normal, con un par de tapas tiene suficiente. Lo ideal es ir dos personas y probar cuatro tapas o más.

El resto es el restaurante, y lo conforman dos amplios espacios con mucha luz, coquetas lámparas y con sus paredes pintadas en gris claro y rojo rubí, con bonitos cuadros donde exponen algunos artistas su obra.

El comedor se ha desarrollado a través del mundo del vino y de las materias primas traídas desde sus orígenes. Su cocina es de tipo vanguardista, donde existe una gran mezcla de cocinas regionales y que ha bautizado con nombre y apellido y que la trascribo literalmente:

Entradas

Cuidando tu cuerpo: La ensalada de tomate y el mejor queso de cabra fresco que te puedes imaginar.
Nos encanta el tomate: El salmorejo madrileño de Carmen, con picadillo de jamón y un chorrito de “aseite”.
Un trocito de cielo: La empanada de perdiz con boletus y calabacín confitado.

El castizo: El muy suave jamón de Móstoles con el queso de cabra vegaval y tomatitos cherry con aceite de oliva.

Va de huevos

Huevos en revuelto: El revuelto de patatas paja con habitas y picadillo de jamón.
Huevos rotos: Los huevos rotos con butifarra fresca y patatas paja.
El mini-revuelto Alhambra: Lascas de jamón ibérico, revuelto de patatas paja, un poquito de biscuit de foie y un toque de “aseite”.

Los pescados

Muy requetenegros y muy requeteblancos: Los chipironcitos en su tinta sobre pancetita de pata negra y arroz con butifarra blanca del payés y espárragos muy blancos.
La pesca de mi alma: Tostas de sardinas ahumadas con un toque de salmorejo, pepinillo, limón y mostaza antigia.
Nuestro escabeche de siempre: Escabeche del cantábrico templado con salsa de tomate casera y mostaza antigua.

Las carnes

La andaluza elegante: Presa Ibérica en roastbeef y si quieres plancheada con salsa de moriles y mostaza de piña.
La aragonesa presumida: Gallina trufada de Graus con crema templada de patata y un toque de aceite de trufa.
Una de las mejores del reino: Hamburguesa de ternera de las Navas del Marqués, mezclada con queso gouda, en pan tierno con tomate y cebolla confitada.

Para terminar, un postre: hacen uno especial para los supergolosos, que lleva galletas de jengibre de Ikea, con leche condensada cocida La Lechera, nueces y helado de vainilla. También, tiene otros caseros más ligeros, como el supertocinito de cielo con nata, el tiramisú superrasero de cacao, la crema de yogurt Griego con mermelada de mora de mata y láminas de almendra, helados y algunas tartas más.

La bodega es buena, cuenta con más de 80 referencias además de las denominaciones clásicas, y también tiene una buena oferta de vinos de autor.

Precio medio: 25 €
Cierra domingos y lunes en la noche
Don Ramón de la Cruz, 49 – Madrid
Teléfono: 91 577 93 79

La historia de Finos y Finas es un tanto singular. Sus propietarios son Luis  Barrutia  y Carmen Sarría, que empezaron su aventura restauradora en la calle Espartinas en un pequeño restaurante, allá por septiembre de 2001. Digo lo de 'aventura' porque Luis tenía una empresa de artes gráficas y de regalos promociónales, y Carmen ejercía de ama de casa. A ambos les gusta la cocina y decidieron hacer sus pinitos en la hostelería. Lo han conseguido de tal forma, que hoy es su modus vivendi y se han hecho un sitio en el difícil mundo de la restauración.