¿Vas a volver con tu exnovio? Evita caer en errores pasados

Está de moda darle una segunda oportunidad al pasado. Selena Gomez y Justin Bieber son la prueba más reciente de que las segundas partes en el amor marcan tendencia. La cantante ha aguantado el vaivén amoroso de Bieber durante años y lo ha hecho ante los medios. La pobre se ha zampado ghostings, declaraciones de amor públicas cuando ya no estaban juntos y el tener que ver cómo su ex subía fotografías con modelos a sus redes sociales. Qué difícil es ser Selena, aunque tampoco es fácil vivir los tumultos a los que nos enfrentamos muchas –y muchos, ojo– cuando lo dejamos con alguien y terminamos siendo testigos de sus nuevas relaciones en nuestra casa de 30 metros.

El desamor se vive igual de mal en mansiones que en pisos minúsculos. Tampoco ha de ser fácil ser The Weeknd, el ex más reciente de Selena –al que nos referiremos en adelante como exnovio número 1 (Ex1)–. Ex1 salía antes con Bella Hadid, que tampoco digirió bien el que Gomez y Ex1 expusieran sus amor mientras ella había tenido que desfilar en lencería delante del cantante en el desfile de Victoria's Secret. Bella puede haber jugado la carta de la foto mamporrera cuando subió a Instagram imágenes con sonrisas confusas, copita de vino en mano, cuando se hizo pública la ruptura de Gomez y Ex1. Pero ¿ha hecho bien Selena al volver con Justin Bieber (en adelante Ex2)? Lo cierto es que su amor comenzó cuando eran muy jóvenes, y considero muy sano disfrutar del amor en todas sus vertientes cuando se es joven. No hay que agarrarse a un hombre por el miedo a la soledad o al fracaso, porque ambos términos no son correctos. Es la forma de vivir errores y de aprender de ellos, y creo que las relaciones más sólidas surgen entre personas que tienen tras de sí un largo historial de errores.

Lo sé, Disney no vende eso. En sus películas no hay segundas oportunidades, lo que existen son lecciones que dictan que hay que abandonarlo todo para estar con un hombre. Mirad a Ariel, que abandonó el mar, su voz de forma momentánea y su cola de sirena para estar con el príncipe Eric. Bella no se lió con Gastón jamás. En Disney, sería impensable que una mujer se acostara con un hombre por el mero disfrute sexual, porque lo que quedaba claro es que a Bella no le atraía intelectualmente Gastón... Pero que levante la mano quien no se ha acostado con una especie de 'tronista' solo para darse una alegría. Bella, en cambio, se enamoró de la fiera que la retuvo en su casa y que la alejó de su padre. Por cierto, me gustaría saber si un personaje masculino se habría enamorado de una mujer fea en una película de animación y que él no hubiera sucumbido al encanto de una buenorra. Es posible que de haber existido Bello, hubiera caído en las redes de las tres rubias bobaliconas y nunca hubiera probado las mieles de los libros de Bestia.

Parece que las mujeres solo tenemos que amar a un hombre; no tenemos derecho a experimentar el error y el acierto

En definitiva, no nos enseñan a dar segundas oportunidades, porque parece que las mujeres solo tenemos que amar a un hombre. No tenemos derecho a experimentar el error y el acierto. Tal vez Ex2 –Justin– haya aprendido a respetar más a las mujeres tras haber sido consciente de cómo las ha tratado en el pasado y al haber asistido al sufrimiento de Selena, que afirmó en el año 2016 estar exhausta por el comportamiento de su ex. Y espero que Gomez haya aprendido que no tiene que consentirle todo a Ex 2, como hiciera antaño.

Alexa Chung ha vuelto con Alex Turner, el cantante de Artic Monkeys. Chloë Moretz ha vuelto con Brooklyn Beckham, demostrando que eso de dar segundas oportunidades también pasa en la juventud más absoluta. Miley Cyrus se ha casado con Liam Hemsworth, con el que estuvo prometida hace años y al que dejó durante una temporada, durante la cual salió con la modelo de Victoria's Secret Stella Maxwell.

Lo que me da miedo de las segundas partes es que hay veces que recurrimos a ellas tras comprobar lo mal que está el mercado, no porque realmente queramos. Lo dejamos con un hombre y descubrimos que los solteros del mercado no se comportan mejor y optamos en ocasiones por volver a la comodidad de antaño, por imperfecta que fuera. Creo que las segundas partes funcionan cuando es realmente el amor el que manda, cuando se descubre que echar de menos al pasado es tan doloroso que merece la pena repetir, pero siempre teniendo en mente que hay que terminar con el dicho de que las segundas partes nunca fueron buenas. Porque si se repite la experiencia, hay que hacerlo imbuida por las nuevas enseñanzas y, ante todo, estando menos dispuesta a ceder. Muchos creen que en el amor hay que ceder e incluso prescindir de cosas, y considero esta creencia un error. En el amor hay que respetar las peculiaridades del otro y nunca renunciar a las tuyas.

Creo que una segunda parte amorosa es similar a una segunda oportunidad laboral. Yo solo he vuelto a un puesto de trabajo que he dejado cuando la oferta económica ha sido mejor, cuando las condiciones han mejorado y cuando me he visto capaz de aprender de los errores que cometí en el pasado para no volver a caer en ellos. Si te estás planteando volver con tu ex, piensa si lo que te ofrece realmente te compensa y si no estás siendo presa de la nostalgia y de la comodidad. Porque es mucho más cómodo estar sola en el sofá viendo una película o estando con tus amigas un jueves por la tarde que estar junto a un hombre que no te hace feliz. En definitiva, debemos saber que no estamos solas. La idea de que una mujer sin un hombre al lado es errónea: no necesitamos a nadie que nos complete, sino que nos complemente, y si ese fantasma del pasado no va a hacerlo, mejor estar con una misma.

'Antimanual de autodestrucción amorosa' (ed. Aguilar) es el primer libro que publica la periodista Marita Alonso, quien se ha convertido en nuestra consultora semanal en cosas de amor, desamor, sexo y otras dichas y desdichas. Plantéale tus preguntas e intentará darles respuesta.