Relatos eróticos para un San Valentín diferente

Cuando uno da rienda a sus sueños eróticos, pocas veces les pone nombre o les incluye más palabras de las necesarias. Sin embargo, cuando decidimos sacarlas al exterior, entonces se pueblan de letras, de palabras y de matices que sólo se descubren al contarlo. He de confesar que siempre he deseado escribir relatos eróticos para después hacer lecturas públicas. Quise contar historias subidas de tono que alteren al personal, pero nunca se me ha dado del todo bien, la timidez no me deja.

Pero hay quién sí es capaz de hablar de orgías, de cuerpos que se entremezclan y de pensamientos que otros no se atreven a confesar. Uno de esos casos es el de Victoria Siedlecki, una argentina sin pelos en la lengua que ha decidido hacer de esto de contar relatos eróticos su profesión. Al menos durante los fines de semana.

Ella es la responsable de un espectáculo que lleva ya un año y medio en Madrid y que habla del erotismo con un punto de humor y una versión particular de historias como Las mil y una noches. El Café Teatro Arenal es la parada oficial de Relatos Eróticos, hasta nueva orden. A pesar de que lo habitual es que sus funciones sean únicamente las noches de los viernes y los sábados, San Valentín bien vale una especial para quienes se atrevan a probar un montaje distinto que nació en Lavapiés y que despierta los instintos más primitivos con ese toque freudiano que tiene el texto.

 

 

Para los más tímidos, o para quienes deseen disfrutar en la intimidad, pueden optar por un regalo (o auto-regalo) para esta fecha o cualquier otra, que guarde las intenciones para la posteridad: un libro de relatos. Aunque sobre gustos sí que no hay nada escrito, hay títulos que pintan bien. Por ejemplo, la trilogía Maestros del erotismo: los mejores relatos eróticos o los Cuentos eróticos de San Valentín editados por La sonrisa vertical.

Entre los títulos que resultan particularmente recomendables se encuentra Las puertas del Paraíso, de Alberto Manguel (Editorial Alianza), una antología de relatos que recoge textos de escritores como Anais Nin o Ian McEwan y que aborda el tema del sexo y la sensualidad a través de varias perspectivas.

En cualquier caso, si no gustan de la literatura erótica y no quieren arriesgarse de buenas a primeras, siempre se puede recurrir a los clásicos –obviando por aburrimiento, que no por conocimiento, el Kama-sutra- como Emmanuelle, de Emmanuelle Arsan o El amante de Lady Chatterley.

Aunque no haya celebración de San Valentín, sea para ese día o para cualquier otro, puede que estos regalos resulten, cuando menos, interesantes a la hora de provocar sensaciones a quien resulte obsequiado. Si son de los que celebran el patrón de los enamorados, disfrútenlo y si puede ser, en compañía. 

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