Sobre los famosos que acosan a través de mensajes de Instagram

La cuenta de Instagram de @irenefuckinghalley se ha convertido en el escaparate del acoso online. Cientos de mujeres le envían diariamente testimonios sobre abusos sufridos por parte de personajes conocidos, así como capturas de conversaciones en las que vemos cómo algunos de ellos mandan mensajes subidos de tono. El cómico Antonio Castelo, colaborador del programa 'Vodafone Yu', y el músico Mikel Izal han sido los últimos en ser acusados. Jedet y Soy una Pringada, colaboradores del programa de Los 40 Principales en el que participa Castelo, se han pronunciado al respecto, mientras que la petición de Change.org que pide su desaparición del programa y que aparece en la cuenta de Instagram de Irene Halley cuenta ya con más de 7.000 firmas.

Castelo ha publicado un comunicado en el que asegura que va a emprender acciones legales para la defensa de su intimidad, familia y honor. El humorista tilda de “vacías e injustas” las acusaciones y asegura que las publicaciones son “falsas e infundadas”. Mientras que muchos le acusan, otros aseguran que las redes sociales se están convirtiendo en un océano en el que el linchamiento público está a la orden del día y en el que verter acusaciones sin pruebas mediante.

Lo cierto es que hay una inmensa diferencia entre abusar y mandar mensajes subidos de tono, y en alguna ocasión creo que estamos criminalizando la seducción. Pero también pienso que tras haber estado toda la vida silenciadas, tras haber normalizado en demasiados casos el que los hombres nos dijeran comentarios fuera de lugar, tenemos que entender que nos apoyemos entre nosotras en cuanto alguien señala determinados comportamientos. Sin embargo, lo que me pregunto hoy es mucho más banal, porque lo que me cuestiono es cómo los famosos se atreven a mandar este tipo de mensajes e incluso fotografías de contenido erótico a través de las redes. ¿Acaso no temen que la mujer a la que le han enviado dicho contenido lo haga público?

Muchos hemos ligado online, y puesto que Instagram se ha convertido en el nuevo Tinder, lo de ligar a través de los mensajes privados de la aplicación es un clásico. Por supuesto, el problema viene cuando alguien envía mensajes sexuales sin consenso de por medio, algo dolorosamente habitual en las redes, y siendo precisamente lo que se ha expuesto a través de muchas de las capturas de los mensajes de algunos de los famosos españoles.

Si cada vez es más habitual que las mujeres, hartas de este tipo de mensajes, los hagan públicos, ¿qué se les pasa a los famosos por la cabeza cuando lo hacen? ¿Tal vez piensen, acaso, que la fama los exime de culpa? ¿Les excita incomodar al creerse amparados por su popularidad? ¿Confunden la admiración del que les sigue con el flirteo?

En más de una ocasión los mensajes subidos de tono -consensuados- intercambiados entre anónimos y famosos han salido a la luz, fruto de la venganza del anónimo que en la mayoría de los casos era su amante. En tales ocasiones, ya me preguntaba cómo se atreven a enviar mensajes cuya publicación supondría la revelación de su aventura, algo que nos puede ocurrir a los que no somos famosos, pero siéndolo, ¿no es aún más arriesgado?

¿Qué opináis vosotros? ¿Es lícito publicar mensajes en los que un famoso se te insinúa de forma obscena? ¿Se han convertido las redes sociales en una plataforma en la que linchar públicamente? ¿Publicaríais los mensajes si los hubierais recibido?

'Antimanual de autodestrucción amorosa' (ed. Aguilar) es el primer libro que publica la periodista Marita Alonso, quien se ha convertido en nuestra consultora semanal en cosas de amor, desamor, sexo y otras dichas y desdichas. Plantéale tus preguntas e intentará darles respuesta.