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¿Cuál es la forma idónea de rechazar a un hombre?
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Zoe Robledo

En la cama con Marita

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¿Cuál es la forma idónea de rechazar a un hombre?

La respuesta es sencilla: haciéndolo. Sin embargo, por fácil que parezca, la realidad es otra. Rechazar a un hombre sigue resultando, en demasiadas ocasiones, un acto de valentía

Foto: Así se le dice 'no' a un hombre. (Foto: Reserved)
Así se le dice 'no' a un hombre. (Foto: Reserved)

La respuesta es sencilla: haciéndolo. Sin embargo, por fácil y obvio que parezca, la realidad es muy distinta. Rechazar a un hombre sigue resultando, en demasiadas ocasiones, un acto de valentía que nos obliga a activar nuestros mecanismos de defensa y el estado de alarma. Preguntarnos cuál es forma idónea de rechazar a un hombre no debería ser la cuestión. La cuestión debería ser cómo es posible que muchos hombres no entiendan que la respuesta a un rechazo no ha de ser nunca el insulto.

He aquí un ejemplo en el que no hay empujones ni cristales rotos, pero sí una realidad que ha de ser contada una y otra vez para que seamos conscientes de que estas cosas ocurren cada día. Una noche cualquiera, estaba en la puerta de un club con una amiga cuando un hombre se acercó para ligar con nosotras. Le dijimos, muy educadamente, que no teníamos ningún interés y continuamos inmersas en nuestra conversación. Lógico, ¿verdad? Parece que no tanto, porque el sujeto comenzó a insultarnos. Mi amiga miró al hombre vociferar mientras elevaba los brazos fuera de control, se giró hacia mí y susurró una perla digna de aplauso y reverencia: “Lo único más frágil que un himen es el ego masculino”.

¿Os parece horrible la reacción del herido caballero? Desde luego, pero lo realmente terrible es que esta reacción es de lo más habitual cuando rechazas a un hombre. Queridos señores, a todos nos han rechazado alguna vez, pero plantéense una cuestión: cuando les han rechazado en el entorno laboral, cuando no les han dado el puesto de trabajo que tanto deseaban, ¿han insultado al que educadamente les dijo que no encajaban en el perfil? No, ¿verdad? Entonces, ¿por qué se creen con el derecho de hacerlo cuando es una mujer la que les indica que no encajan en su perfil sentimental/sexual?

La semana pasada, recibí a través de Instagram un mensaje de una supuesta mujer pidiéndome... Bueno, mejor no entraré en detalles, pero su petición era sexual. Le pedí en dos ocasiones que dejara de escribirme, porque sus repetidas peticiones resultaban ligeramente ofensivas e incluso jugó la carta de la sonoridad: “Es un favor de mujer a mujer: necesitamos ayudarnos”, me soltó. Ignoró mis peticiones y el tono de la conversación subió hasta que le insinué que me daba la impresión de que era un hombre el que hablaba, porque jamás una mujer cuestionaría y negaría en tantas ocasiones un 'no'. Así resultó ser y al quedar expuesto, comenzó a insultarme, a amenazarme y a decirme que aunque quisiera denunciarle, no tendría nada que hacer. Intentó minar mi autoestima metiéndose con mi trabajo. Le pregunté de dónde venía esa necesidad de humillar a una mujer que le dice 'no'. No supo responderme.

"Algunos confunden la educación con el flirteo y hacen que el rechazo sea aún más incómodo; repetir un 'no' más de una vez cansa, molesta y asusta"

Cuando estamos en un bar y se nos acerca un hombre por el que no tenemos interés alguno, se lo hacemos saber con cierto respeto, y no porque se lo tengamos necesariamente, sino porque tenemos miedo a su reacción. Pero, en muchas ocasiones, esa educación les hace pensar que ese 'no' no es un 'no' real, y por ello siguen intentándolo. Algunos confunden la educación con el flirteo y hacen que el rechazo sea aún más incómodo, porque tener que repetir un 'no' más de una vez no solo cansa, sino que molesta e incluso asusta. Créanme, cuando decimos que no una vez, no lo hacemos como cuando aseguramos no querer probar ese delicioso 'brownie' al que miramos con gula mientras mordisqueamos nuestra manzana. No. Cuando le decimos 'no' a un hombre, os juro de verdad que lo pensamos. Y lo hacemos usando una sonrisa como escudo, porque tememos que se sienta ofendido y reaccione con agresividad. Tener miedo a no querer algo es una de las cosas más terroríficas a las que nos enfrentamos diariamente las mujeres.

¿Hay una forma correcta de rechazar? Desde luego que no, y tampoco hay necesidad alguna de buscar un porqué al rechazo. De hecho, los porqués les son totalmente indiferentes en muchas ocasiones. Si confiesas no tener novio, no comprenden que no quieras nada con ellos. Quizás, en sus cabezas, las mujeres 'pertenecen' a un hombre y si una mujer no tiene aún al suyo, entonces ha de estar buscándolo y no puede no aceptar la suculenta invitación de tomar algo con un ejemplar tan maravilloso. Pero el tema es aún más complicado, no crean. “Lo siento, tengo novio” suele ir acompañado de un “¿Acaso está aquí ahora?”. Es decir, exigen una explicación al 'no', pero cuando la obtienen, o la cuestionan o les da completamente igual.

"Muchos hombres, al ver amenazada su hombría, demuestran su masculinidad actuando de forma desproporcionada y utilizando la fuerza"

El famoso 'quien la sigue, la consigue' ha hecho demasiado daño y ha calado hondo en nuestra cultura. Insistir no hará que cambiemos de parecer, sino que sumemos 'molesto' y 'cansino' a los adjetivos con los que describir al rechazado. En cualquier caso, la negativa va a acompañada en demasiados casos de insultos, exigencias de explicaciones y amenazas. Tristan Bridges, profesor de sociología en Nueva York, habla del concepto 'amenaza de identidad social', que se basa en la idea de que si un individuo da especial importancia a un aspecto de su identidad y ese aspecto se ve amenazado, su reacción será exagerada. Esa es la razón por la que muchos hombres, al ver el rechazo como una amenaza a su hombría, demuestran su masculinidad actuando de forma desproporcionada, utilizando la fuerza y la brusquedad como armas que refuercen esa masculinidad que creen ha sido puesta en duda.

Queridos señores, querría enviar un mensaje: si les decimos que no tenemos interés alguno, no tienen ningún derecho a exigir una razón, a insultar ni a amenazar. Porque si sienten que un 'no' cuestiona su masculinidad, quizás deberían plantearse las razones por las que tienen un ego y una masculinidad tan frágiles y créanme: nosotras no somos las culpables.

placeholder Portada de 'Antimanual de autodestrucción amorosa' (Editorial Aguilar)
Portada de 'Antimanual de autodestrucción amorosa' (Editorial Aguilar)

'Antimanual de autodestrucción amorosa' (ed. Aguilar) es el primer libro que publica la periodista Marita Alonso, quien se ha convertido en nuestra consultora semanal en cosas de amor, desamor, sexo y otras dichas y desdichas. Plantéale tus preguntas e intentará darles respuesta.

La respuesta es sencilla: haciéndolo. Sin embargo, por fácil y obvio que parezca, la realidad es muy distinta. Rechazar a un hombre sigue resultando, en demasiadas ocasiones, un acto de valentía que nos obliga a activar nuestros mecanismos de defensa y el estado de alarma. Preguntarnos cuál es forma idónea de rechazar a un hombre no debería ser la cuestión. La cuestión debería ser cómo es posible que muchos hombres no entiendan que la respuesta a un rechazo no ha de ser nunca el insulto.

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